El músico James Rhodes, víctima de abuso sexual por parte de un profesor cuando era un colegial, ha instado a los "líderes políticos Pablo Iglesias, Pablo Casado, Albert Rivera y Pedro Sánchez a que paren un minuto y dejen de comportarse como niños mimados" para aprobar una mejor ley de protección al menor, una vez que la proposición que convertiría a España "en el primer país del mundo en protección de niños" no haya salido adelante dado que no se han aprobado los Presupuestos Generales del Estado.

En un desayuno informativo sobre las acciones municipales de protección al menor junto con la alcaldesa, Manuela Carmena, y la delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Marta Higueras, el músico ha exigido a los líderes políticos "empatía y humanidad" y que dejen de lado tanta política.

Rhodes ha relatado la agresión sufrida a manos de un docente, que le supuso someterse a tres operaciones de espalda, apuntando que "queda tanto camino por recorrer", también entre las clase política porque, como ha remarcado, en la reciente campaña de las elecciones andaluzas ningún partido abordó la situación de los menores.

El músico ha exigido que quienes se presenten a los próximos comicios "se comprometan públicamente con que los niños serán la prioridad". "Los políticos dicen que van a hacerlo pero hasta que no firmen la ley son unos putos mentirosos", ha declarado. Cree que uno de los problemas es que los menores "no pueden votar" y por eso no interesan a los partidos, pero ha recordado que lo harán en 10 o 20 años.

AVANCES EN LA CONCIENCIACIÓN

La alcaldesa de Madrid ha puesto sobre la mesa que la cuestión de la infancia la eleva a Pleno, en la dación de cuentas, de manera constante y ha remarcado los avances que se han hecho por parte de la sociedad en cuanto a concienciación sobre este drama. Un ejemplo se ha dado este fin de semana en el Vaticano, cuando se abordaron los abusos sexuales por primera vez.

Carmena, que ha agradecido las palabras de James Rhodes y su valentía, ha recordado como hasta hace muy poco se seguía diciendo lo de que 'la letra con sangre entra' como constatación de la violencia en la estructura educativa de un país, junto a la laxitud en el castigo ante la violencia ejercida por progenitores y docentes.

"La sociedad tiene que estar implicada en que es imprescindible que cuidemos a los niños", ha defendido la alcaldesa al referirse a este "drama" porque la palabra problema "se queda chica". Aboga por la evaluación del cumplimiento de las normas y ha planteado la necesidad de que "no se puede tratar este delito como si fuera cualquier otro", que "hay que cambiar el paradigma".