Los Reyes presiden hoy en Madrid el acto central del Día de la Fiesta Nacional, al que asiste el Gobierno en pleno, encabezado por Mariano Rajoy, y la mayoría de líderes políticos, que este año se celebra en plena crisis por el desafío soberanista de Cataluña.

El acto, que comenzará a las 11 horas en la plaza de Lima, consistirá en un homenaje a los caídos y un desfile terrestre y aéreo por el paseo de la Castellana, en el que participarán unos 3.900 efectivos, entre militares de los tres Ejércitos, guardias civiles, policías y Guardia Real, 84 vehículos y 78 aeronaves.

Una de las novedades es la participación de la Policía Nacional por primera vez desde hace más de 30 años y otra novedad es el homenaje que se va a rendir a las víctimas de los atentados yihadistas de Cataluña.

Estarán representados por los embajadores de sus países de origen -Argentina, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Italia, Portugal, Reino Unido y Australia-.

El desfile cuenta este año con una nueva ubicación y recorrerá 1,8 kilómetros, entre la plaza de Cuzco y la calle Raimundo Fernández Villaverde, cuando en los últimos años ha sido entre el Paseo del Prado y Colón.

Junto a los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía, estarán el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, el resto de miembros del Gobierno, así como presidentes autonómicos y otros cargos institucionales.

Al acto de recuerdo a los caídos se unirán representantes de la Fundación y de la Asociación de Víctimas del Terrorismo y un familiar de Ignacio Echeverría, el joven asesinado en Londres cuando intentaba socorrer a un policía británico durante el ataque yihadista del pasado 3 de junio.

También participará en el desfile la bandera del Líbano para agradecer que su Ejército homenajeara a las víctimas del atentado de Cataluña cuando ondeó su enseña junto a la española.

El presupuesto global de Defensa para los más de 120 actos organizados en toda España con motivo del Día de la Fiesta Nacional, que tiene como lema "Orgullosos de ser españoles", es de unos 800.000 euros -unos 420.000 euros destinados al desfile-, cantidad similar al de los dos últimos años.