Los Reyes visitarán Cuba en noviembre, a pesar de que el horizonte de elecciones el 10-N abrió hace semanas ciertas especulaciones sobre la posibilidad de que la cita acabase por suspenderse. Fuentes del Gobierno español y de los equipos diplomáticos que están preparando el viaje han confirmado a El PERIÓDICO que se mantiene en la agenda de Felipe VI a pesar de la repetición de las legislativas. Será la primera visita oficial de un jefe de Estado español a la isla, comprometida hace casi un año por los presidentes de ambos países, Pedro Sánchez y Miguel Díaz-Canel, y planificada con motivo de la celebración del 500 aniversario de la fundación de La Habana.

Este contacto diplomático de máximo nivel llega en un momento crucial para la isla y tiene un enorme valor simbólico e interés para ambos países. Con esta perspectiva, en el Ejecutivo no se ve inconveniente a ninguno de los viajes del Rey, puesto que a pesar de la convocatoria electoral, consideran que lo lógico es que la agenda de Felipe VI se desarrolle con total normalidad. Además de Cuba, en este periodo de interinidad en la Moncloa, el jefe del Estado tiene previsto asistir a la ceremonia de entronización del emperador de Japón, el 22 de octubre, que enlazará con una visita de Estado a Corea del Sur. Fuentes de la Zarzuela confirmaron estos desplazamientos a Asia, pero no el de Cuba.

VISITA DE TRABAJO DE BORRELL

Los gobiernos español y cubano, no obstante, están planificando el viaje a La Habana para mediados de noviembre, ya que la celebración de los 500 años de la fundación de la ciudad se conmemora el 16.

Fuentes del Ministerio de Exteriores confirman que justo un mes antes, los días 16, 17 y 18 de octubre, el jefe de la diplomacia, Josep Borrell, volará hasta el país caribeño para avanzar en unos preparativos que ya empezó a hilvanar la semana pasada Juan Pablo de Laiglesia, el secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica y el Caribe. De Laiglesia aprovechó su participación en el II Consejo Conjunto Unión Europea-Cuba que organizó Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea, para entablar los primeros contactos con altos cargos cubanos de Exteriores y Cultura.

La presencia del jefe del Estado en la antigua colonia española se tejió durante la visita de Sánchez a Cuba en noviembre del 2018, en una reunión con el presidente Díaz-Canel. Era la primera vez en 32 años que un presidente de Gobierno español viajaba a la isla, una cita concertada en el marco del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación que la UE tiene con La Habana. Hasta entonces los contactos con el régimen cubano la habían asumido los ministros de Exteriores.

El encuentro sirvió para reivindicar la relación histórica entre ambos países y para abordar la situación de las empresas españolas en la isla, que se enfrentan a dificultades burocráticas y problemas como la ausencia de una moneda convertible, trabas que dificultan el desarrollo inversor.

LA CUMBRE DE 1999

Tras reunirse con Díaz-Canel en el Palacio de la Revolución, el jefe del Ejecutivo alabó el impulso reformista del Gobierno cubano. Su presidente se volcó en la acogida de Sánchez y, acompañados ambos por sus esposas, pasearon por la Habana Vieja en una imagen que evidenció el acercamiento tras décadas de frialdad.

La estampa recordó a esa otra de 1999, cuando José María Aznar y el rey Juan Carlos hicieron ese mismo recorrido por el casco histórico de la ciudad. No fue una visita oficial, como será el caso de esta, ya que la presencia de ambos en el país se debió a la participación en la IX Cumbre Iberoamericana que Fidel Castro organizó aquel año.