Los socialistas sentencian que los morados, en realidad, nunca tuvieron voluntad de acuerdo. Subrayan que las conversaciones en serio no empezaron tarde por deseo del PSOE, sino porque Pablo Iglesias, que era sabedor según su versión de que Sánchez no lo aceptaría en el Gobierno desde el principio, no dio un paso atrás casi hasta el final. Los morados dicen que todo eso es falso, como también lo es, apuntan, que ellos hayan negociado solo sillones y nunca medidas, esgrimiendo que se intercambiaron propuestas entre ambos bandos.

Sea como fuese, las relaciones están rotas. Y por lo que parece, en Ferraz no tienen mucho interés en tratar de recomponerlas en pro de un gobierno de coalición. Otro punto de distancia con los morados, que apuestan por intentar darse una segunda oportunidad.

Líderes y altos cargos del PSOE esgrimieron ayer la propuesta de IU para empujar a Unidas Podemos a que facilite un acuerdo programático con los socialistas sin necesidad de entrar en el Ejecutivo, con el que se logre desbloquear la investidura de Pedro Sánchez.

Oferta caduca

Voces con peso en la formación socialista como la de su presidenta Cristina Narbona, la del líder del PSC Miquel Iceta o la del ministro de Cultura en funciones, José Guirao, fueron quienes aseguraron que se explorarán vías de negociación, aunque recordaron a Podemos que «la oferta que se hizo ya no está sobre la mesa».

Lejos queda ya la lucha de sillones y de cargos que ha monopolizado la fallida negociación de toda esta semana entre socialistas y morados. Se empieza a hablar de programas, no de cargos, como dijo Alberto Garzón. Un planteamiento que ha calado entre los dirigentes socialistas, porque, como recordó ayer Narbona, está en línea con lo que el PSOE ofreció al principio del proceso, es decir, «un gobierno socialista con un programa pactado con Unidas Podemos y un apoyo externo al Gobierno, igual que existe en Portugal o Dinamarca, con resultados muy positivos».

El PSOE ha visto cómo ha sido el socio parlamentario de Podemos el que ha dado aire a una futura negociación.

Lo dijo ayer el líder de los socialistas catalanes: «Ahora lo importante no son los reproches, es el futuro, y el futuro pasa por no bloquear la investidura y negociar contenido programático. Es el planteamiento que curiosamente he visto de IU», recalcó Iceta. Por eso, apeló a Unidas Podemos a ser «pragmáticos» y «mirar al futuro» para facilitar la investidura de Sánchez con un acuerdo programático, la estrategia con mejor acogida en Ferraz.

Por su parte el PP, a través de su vicesecretaria de Política Social, Cuca Gamarra, cargó contra el PSOE al manifestar que el problema para la investidura no está fuera sino que «se llama Pedro Sánchez».

Junqueras y el Ibex

El líder de ERC, Oriol Junqueras, en una carta a la militancia, aseguró ayer que «no será el republicanismo catalán quien favorecerá un Gobierno bendecido por un Ibex que ha dejado bien claro, por activa y por pasiva, que su escenario es un pacto del PSOE con la derecha».

El líder republicano expuso que hay dos escenarios: «O un Gobierno del PSOE y Podemos o un Gobierno del PSOE en solitario con la abstención del PP o Ciudadanos», tras lo que acusó a los socialistas de no querer que su candidato, Pedro Sánchez, sea investido con los votos de Podemos.

También criticó que los socialistas querrían a ERC «votando con la derecha extrema» porque, según él, quieren que estén enfadados, irritados y aislados, pero dijo estar orgulloso de la madurez y responsabilidad de ERC y EH Bildu, que se abstuvieron.