Eran plenamente conscientes de mi posición, de que yo no iba a liquidar la soberanía de España, saltándome la ley". El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy no se anduvo con rodeos y trató de dejar el menor margen posible al exsecretario general de Vox, Javier Ortega, que fue quien le preguntó en relación con las conversaciones que habría mantenido con la Generalitat. "España es la que quieran los españoles y no una parte de los españoles, ni una comunidad autónoma ni un Gobierno", aseguró.

Rajoy, presidente del Gobierno entre el 21 de diciembre de 2011 y el 1 de junio de 2018, negó que hubiera un "comité restringido" con tres representantes: uno por el PP, otro por el PSOE y otro en nombre del entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, pero añadió: "Si quiere decir que hubo conversaciones, siempre las hubo en la historia".

Señaló que se reunió seis veces con Mas, además de mantener conversaciones telefónicas, y después otras dos con su sucesor, Carles Puigdemont. "Las conversaciones entre partidos es habitual en política; el problema es en qué se plasman. Del referendum nunca hubo de qué hablar porque desde la primera reunión dejé patente que el presidente del gobierno no iba a saltarse la constitución saltándose la soberanía nacional", aseguró Rajoy. "En las últimas fechas era muy difícil hablar con Puigdemont", admitió Rajoy antes de añadir que su postura había sido inamovible: "Aquí se puede arreglar todo, pero no la liquidación de la ley y de la Constitución española".

Vox, que antes de empezar le preguntó al presidente del tribunal, Manuel Marchena, si no le tocaba al exministro de Hacienda Cristóbal Montoro en vez de a Rajoy, se encontró enfrente a un testigo firme, que negó que el 1-O hubiera habido un referéndum. "No hubo nadie que no supiera que yo no iba a autorizar ese referéndum", aseveró.

"Me gusta dialogar y pactar, pero las reglas de juego son fundamentales para la estabilidad de un país, y aquí se trataba de suprimirla y no se podía aceptar”, respondió Rajoy a Francesc Homs, para añadir que la propuesta más importante que dirigió a sus interlocutores fue "que se dejara de vulnerar la Constitución", porque no estaba dipuesto "a cambio de que la Generalitat cumpliera la ley" y "la soberanía nacional no se negocia”.

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20 de septiembre

Tras señalar que los Mossos d’Esquadra tienen plena competencias, pero explicó porque lo que ocurría en Catalunya era "era una situación excepcional”. "Creo que es excepcional que se concentren miles de personas ante la Conselleria d’Econòmia cuando unos funcionarios estaban cumpliendo unas órdenes de los jueces. Tampoco me parece normal el acoso a los policías y guardias civiles. Era una situación excepcional y por eso nos vimos obligado a aplicar el 155", aseguró.

El fiscal Fidel Cadena le preguntó a Rajoy si preveía situaciones violentas y de enfrentamiento el 1-O. El expresidente respondió que "estaba seriamente preocupado porque la situación no era normal". A continuación añadió: "Lo que hicimos era cumplir la ley. En una situación como esta es normal que haya enfrentamiento y más cuando hay voluntad de que los haya". Como ejemplos de violencia citó lo ocurrido frente al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya y las protestas ante los hoteles donde se alojaban los policías. "Esta situación era de anormalidad en una sociedad avanzada", dijo.

"Si no se hubieran tomado las decisiones importantes que se tomaron ni estaríamos aquí ni se habría producido el 1-O, simplemente si hubieran respetado la ley y la Constitución. Yo he sido ministro del Interior y jamás he tomado una decisión sobre un dispositivo policial. Esas decisiones compete a quien están al frente de los operativos y que supongo que informarían a la Generalitat de que esta era una situación muy complicada", explicó Rajoy cuando la defensa le preguntó sobre si no debió advertir a los votantes de los riesgos de hacerlo en el referéndum ilegal. "Había unas mesas, unas personas que fueron allí pero eso no es un referéndum", dijo.

1-O

"La responsabilidad de los dirigentes políticos es evitar esas imágenes (del 1-O). No me gustan ni estas ni otras. La obligación que tenemos los políticos es trabajar para que no tengamos que ver estas imágenes. Si no se hubiera llamado a la gente a un referéndum ilegal, ni usted ni yo ni nadie habríamos tenido que ver las lesiones que tuvieran algunas personas y algunos miembros de las fuerzas y cuerpos de seguidad del Estado. Créame que esto es lo importante", señaló el expresidente.

A la pregunta de si no se hubiera aplicado el 155 hubiera habido roto la unidad nacional, Rajoy respondió que "ningún presidente de Gobierno de ningún país puede aceptar que alguien quiera liquidar la legalidad de ese país" y eso fue "lo que ocurrió el 6 y 7 de septiembre" con las leyes de referendum y de transición a la república catalana y "ningún presidente de gobierno puede girar la cara ante ello.

En cuanto al estado de alarma y de sitio, proporcionó una respuesta muy similar a la de su vicepresidenta del Gobierno: que no se aplicó porque el 155 era mucho más operativo y más justo, ya que los primeros afectan a decrechos individuales, mientras que el artículo constitucional permitía cesar contra a un gobierno".

Según Rajoy, la declaración unilateral de independencia era "deliberamente confusa", al igual que los requerimientos enviados al expresidente de la Generalitat que no tuvieron respuesta. De ahí que se aplicara el precepto constitucional. "Sobre esto ha habido muchísimas opiniones para todos los gustos porque España es un país plural", para pasar a señalar que los factores que manejó fueron "el respeto a la soberanía nacional, el cumplimiento de la ley" y la prudencia. "Hemos hecho un gran esfuerzo y fuimos muy prudentes, hicimos un esfuerzo para conseguir el respaldo de todos. Trabajamos para hacerlo todo de manera conjunta. Y dimos la posibilidad de rectificar a quien había tomado esas decisiones", explicó.

Testigo de esta mañana

El abogado de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull, Jordi Pina, le preguntó si se habia comunicado con alguno de los testigos que ha depuesto esta mañana, circunstancia vetada por la ley, a lo que el expresidente del Gobierno dijo que había leído "los periódicos digitales", motivo por el que había podido hacer una referencia al testimonio de esta mañana.

"Muchos alcaldes del PSOE, según leímos en los medios, pero decir que no hubo ningún acoso contra ningún alcalde con perdón es estar ciego", contestó Rajoy a su pregunta sobre qué alcaldes habían sido acosados. Respecto a las declaraciones de Xavier García Albiol sobre la necesidad de aplicar el 155, el expresidente apeló a su cargo y a cómo tomaba sus propias decisiones, y "todos tenían su opinión, que era de todos los gustos", incluida "esa persona que menciona".

Mediación

Y sobre la intermediación del lehendakari, Iñigo Urkullu, Rajoy contestó que había sido muchos los que habían querido hablar con él, "también el señor Urkullu", pero "ahí no ha habido ningún mediador de nada", porque sus "posiciones estaban claras y las de los otros también". "Tiene usted que entender que es muy difícil recordar si hablé a través del teléfono o a través de mensajes. Yo atiendo a todo el mundo. Le escuché y le dije que yo no estaba dispuesto a negociar" con la soberanía nacional y ellos "pusieron a una situación imposible "a sabiendas de a lo que se arriesgaban y eso que es lo peor".

Francesc Homs le preguntó por el libro blanco que Mas por la mañana había dicho que le había enviado. Rajoy dice que no lo recordaba, pero que "si el documento trataba de la ruptura de la soberanía nacional mal, acogida iba a tener". Ante la insistencia del abogado sobre este punto, Marchena le "sugirió" que no le pidiera al testigo una valoración jurídico sobre una sentencia. Como el letrado siguió, el magistrado le dejó clara la situación: "No, mire señor Homs, le digo que es una sugerencia para que usted me entienda, pero no es una sugerencia".

"Tendría su gracia que el presidente del Gobierno tendría que dar órdenes a todo el mundo sobre las declaraciones que tiene que hacer", respondió Rajoy al abogado cuando le preguntó por unas del entonces delegado del Gobierno, Josep Enric Milló, en las que se diculpó por las cargas policiales del 1-O. Marchena volvió a interrumpir al abogado para pedirle que "no examinara al testigo".

Malversación

Rajoy explicó sus palabras sobre la malversación con un dato nuevo consistente en que, a través del control impuesto a las cuentas catalanas, en nueve ocasiones el Ministerio de Hacienda se había dirigido a la fiscalía o al Tribunal de Cuentas en cuanto veía algo que podía utilizarse para el referéndum. Y respecto a si se había ocultado una partida de las cuentas de la Generalitat le corresponde decirlo a los tribunales, no al Ejecutivo. "Mi principal objetivo es que los responsables de la Generalitat se dieran cuenta de que por ese camino no íbamos a ninguna parte”, dijo.