El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reunido con su Consejo de Ministros, ha acordado esta mañana enviar un requerimiento a Carles Puigdemont para que confirme si ha declarado la indepedencia de Cataluña y, en caso afirmativo, pueda rectificar antes de que se adopten medidas de calado. El documento salió el forma de burofax a las cuatro de la tarde de La Moncloa, a fin de que estuviera en manos de las autoridades de la Govern antes de las cinco, hora en que cierra el registro de la Generalitat.

En una comparecencia sin preguntas en la Moncloa, Rajoy le ha dicho al dirigente catalán que esa notificación es el primer paso para activar el artículo 155, que permite la suspensión de competencias autonómicas. El jefe del Ejecutivo central ha señalado que le pide una aclaración ante la "deliberada confusión" sobre la entrada en vigor de la independencia, en referencia al discurso del 'president' en el Parlament el martes.

En una comparecencia monográfica en el Congreso, el líder del PP ha dicho que espera que Puigdemont "acierte fervientemente" en su respuesta. Rajoy no ha concretado en su discurso ante los diputados qué margen le da al jefe de la Generalitat. Según fuentes de la Moncloa, el plazo dado por el Gobierno a Puigdemont para que aclare si ha declarado la independencia es de cinco días. En caso de que la respuesta sea 'sí', el Ejecutivo central dará otros tres días para que rectifique. En total, tendrá ocho días para confirmar que vuelve "a la legalidad", añaden esas fuentes.

El antecedente canario

Con este requerimiento, Rajoy ha devuelto la pelota al tejado de Puigdemont, subrayando que ahora él, con la respuesta que decida dar al Ejecutivo, tiene en sus manos "el futuro" de Cataluña y "la oportunidad" de volver a la "convivencia armónica y la legalidad". Esto es, de frenar que se adopten algunas iniciativas de enjundia que puedan afectar a la sociedad catalana en su conjunto. Hasta ahora ningún Gobierno central ha utilizado los amplios poderes que le concede el artículo 155 de la Carta Magna. Felipe González lo blandió también ante el Ejecutivo canario en 1989, pero no fue necesario pasar de ese primer paso, el del requerimiento, que hoy ha anunciado Rajoy, porque el Gobierno isleño rectificó.

"Quiebra de la convivencia"

"Si Puigdemont manifiesta su voluntad de respetar la legalidad y restablecer la normalidad institucional, se pondrá fin a un periodo de quiebra de la convivencia", ha afirmado Rajoy.

Si Puigdemont no respondiera o su reacción no satisfaciera al Ejecutivo central, Rajoy podría desplegar el artículo 155, que otorga un papel primordial al Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta. El jefe del Ejecutivo central debería concretar qué competencias autonómicas concretas quiere asumir.