En la tercera semana del juicio y tras la declaración de los acusados, llega hoy miércoles el turno de los «testigos ilustres», encabezados por el presidente del Gobierno en pleno auge del procés, Mariano Rajoy, y cuatro miembros de su gabinete, que acabaron cesando al Govern de Puigdemont en aplicación del 155. Será la segunda ocasión en la que Rajoy testifique en un juicio penal, si bien esta vez lo hará en calidad de expresidente y no de líder del Ejecutivo, como sucedió con el caso Gürtel.

De su gabinete comparecerán también la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, y los ministros Juan Ignacio Zoido y Cristóbal Montoro, cuya testifical ansían las defensas por las contradicciones en que incurrió cuando aseguró que no se destinaron partidas para financiar el 1-O, una afirmación que luego trató de enmendar.

Por los pasillos del Tribunal Supremo se cruzarán con antiguos interlocutores como el expresident Artur Mas; o con actuales representantes catalanes como el presidente del Parlament, Roger Torrent; o la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Sin olvidar al lendakari, Iñigo Urkullu, que hizo las veces de mediador entre el Gobierno y el autonómico.

No es habitual que testigos de esta entidad declaren en primer lugar en los juicios, que suelen comenzar con los citados por la Fiscalía, pero el calendario electoral ha obligado al tribunal a situarlos al comienzo de la rondas para alejarlos de la campaña.

Sus interrogatorios constituyen la primera oportunidad de Vox para entrar en acción, dado que hasta ahora ha estado abocado a un segundo plano ante el rechazo de todos los acusados de contestar a sus preguntas. El secretario general del partido, Javier Ortega, y el letrado Pedro Fernández, serán a los primeros a quienes deberán responder algunos de los testigos más relevantes como Rajoy, que en esta ocasión y a diferencia del juicio Gürtel lo hará desde una mesa ubicada frente al tribunal. También Sáenz de Santamaría o Montoro comenzarán respondiendo a Vox.