El presidente catalán Quim Torra, elegido hace menos de tres meses, lanzó ayer la amenaza de unas nuevas elecciones anticipadas si no es capaz de aprobar los presupuestos para el próximo año. Unas cuentas para las que espera contar con un socio preferente, la CUP, que ya ha advertido que será muy difícil contar con su apoyo porque los anticapitalistas siguen instalados en la idea de no hacer más autonomismo ni dar carta de naturaleza y normalidad a la legislatura. En cambio, desde el PDECat se abre la puerta a pactos con otros partidos y se considera necesario evitar la convocatoria anticipada de las urnas.

Pero Torra fue claro. Al preguntarle si convocará elecciones si no puede sacar las cuentas del año próximo, Torra asumió que «los gobiernos acostumbran a dimitir si sus presupuestos no son aprobados y me parece que esto es un mandato democrático de autoexigencia».

Torra propone celebrar una conferencia política tras el verano que quiere aprovechar para marcar hitos unitarios al movimiento independentista a medio y largo plazo.