Que el expresident Carles Puigdemont es un político cuyas tesis evolucionan era conocido. Por ejemplo, respecto a su intención o no de volver a optar a la presidencia de la Generalitat. O en relación a la moción de censura contra Mariano Rajoy. Ahora la evolución tiene que ver con la investidura del socialista Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Un cambio que fuentes del Govern enmarcan en la necesidad de contar con los comuns o el PSC para aprobar por fin los presupuestos de la Generalitat para el 2020.

Si bien la tesis del actual president, Quim Torra, avalada por Puigdemont y por sus fieles en Junts per Catalunya, era la de mantener un no rotundo a Sánchez porque, según dijo Laura Borràs en la tribuna del Congreso, la «represión» contra Cataluña ha aumentado bajo su mandato, ahora Puigdemont da otro giro de guion y se abre a la posibilidad de votar a favor del líder del PSOE. E incluso considera «lógico» que pueda ser así.

Lo afirmó aprovechando una entrevista en Catalunya Ràdio con motivo de la publicación de un libro del expresident. En dos ocasiones y sin que se le preguntara directamente al respecto, Puigdemont abre la puerta a votar a favor de Sánchez (la abstención de ERC en la sesión de la semana pasada levantó una oleada de críticas del sector más radical del independentismo) como un acto que podría ser «comprensible» y «lógico», a condición de que se tome la decisión de forma unitaria en el soberanismo.

Aprovecha Puigdemont en este punto para de nuevo cargar implícitamente contra ERC, porque cree que tal decisión no puede proceder del terreno de cada partido. De nuevo trata de situarse por encima de la lógica de partidos para reclamar por enésima ocasión una unidad estratégica que debería consistir, a su juicio, en la existencia de un mando «aliado» conjunto que incluya a partidos, instituciones y entidades independentistas.