Carles Puigdemont reforzará en breve el armazón del Govern que se dedica a preparar el referéndum. Y lo hará antes de que acabe el mes de julio, y posiblemente antes del próximo martes, habida cuenta que el 16 de agosto empieza lo que será el esprint del 1-0 y, para entonces, la máquina tiene que estar ya a pleno rendimiento. Fuentes del Govern han señalado que los cambios son meramente organizativos, basados en la concentración de funciones sobre los hombros de Oriol Junqueras, ungido como máximo responsable del referéndum por el propio Puigdemont en la moción de confianza del pasado otoño.

Más allá de los cambios organizativos, ¿habrá cambios de cara en el Govern? Según unas fuentes no hay prevista ninguna otra crisis, tras la salida de Jordi Baiget, hace 10 días. Sin embargo, la situación interna del Ejecutivo catalán, y las dudas y temores de no pocos consejeros hacen prever que también habrá sustitución en la cúpula de algunas consejerías.

En los últimos días presidente y vicepresidente han debatido como abordar el esprint final y como acompañar el ungimiento de otoño con las herramientas necesarias para llevar a cabo la misión. Se parte de una certeza, y es que el tiempo empieza a apremiar, por ejemplo, en lo que hace referencia a la compra de urnas. Una compra que difícilmente puede demorarse más allá de la próxima reunión del Consejo Ejecutivo, el martes, y que la harán efectiva la consejería de Economía y la de Exteriors, previo pase de competencias de Gobernación a estos dos departamentos. Cabe recordar que en aquella moción de confianza, además de a Junqueras, Puigdemont citó también a Raül Romeva como uno de los responsables del referéndum.

El entorno del Govern señala que las conversaciones entre los líderes del Ejecutivo han girado sobre tres cuestiones. La primera, la colectivización de la asunción de responsabilidades, habida cuenta de que este no es el “el referéndum de Puigdemont y Junqueras, sino de todo el Govern”, apuntan. Segundo, la libre disposición de los recursos materiales para hacer frente a la compra, por ejemplo, de las urnas. Y, por último y no por ello menos importante, la capacidad del coordinador del referéndum, sea Junqueras o sea otro, de poder poner firme al ‘conseller’ que se emplee con poca entregaen la comisión del servicio. Incluso, como caso extremo, que pueda plantear su cese.

En este punto asoma la disparidad de enfoques enytre el PDECat y ERC. Mientras los posconvergentes afirman que Junqueras incluso habría puesto sobre la mesa las áreas y nombres a sustituir, los republicanos niegan la mayor y apuntan a un diálogo sin nombres y que no tuvo en cuenta lo sucedido hasta ahora, colocando, eso sí una red en caso de que en el futuro se repitieran algunas acciones ya vividas. De hecho, el único ‘conseller’ cesado, Baiget, no se encontraba en el top 3 de consejeros a relevar, según ERC.

“El PDECat vive una tensa y convulsa tensión interna y eso se trasluce en el Govern” apunta un republicano. A ese soniquete republicano, los posconvergentes oponen que Junqueras trata de escabullirse y ERC, a su vez, afirma que el líder de Esquerra “está encantado de liderar el operativo del 1-O, pero con las herramientas adecuadas”.

IRRITACIÓN ACUMULADA

Porque, eso sí, la parte republicana del Govern anda bastante irritada -desde hace un par de semanas, en concreto, desde que se declaró desierto el concurso para la compra de urnas por parte de la ‘conselleria’ de Governació- con algunos consejeros convergentes por entender que no solo no reman a favor sino que, por temor, lo hacen a la contra. “Por decirlo de forma suave, hay distintos grados de compromiso cuando lo que exige el momento es que solo haya uno, el máximo” retrata un cargo.

En los últimos días Puigdemont se ha reunido con los ‘consellers’ de su partido para tomar la temperatura de su disposición a actuar en pos del referéndum. De todos, algunasa fuentes, solo dos le dieron plenas garantías de implicarse a fondo. Los otros señalaron el sacrificio de su patrimonio como límite.

Partiendo de este último punto, y escuchando al ‘president’ en la sesión parlamentaria donde dio explicaciones sobre el relevo de Baiget, puede uno deducir que si habrá relevos. Puigdemont ha iniciado su comparecencia dando una pátina de normalidad a que el presidente de un Ejecutivo cambie una pieza, ha dicho que es algo que se hizo en el pasado, “y se hará también en el futuro, si es preciso. Ahora no lo es, pero puede darse en esta misma legislatura”. Teniendo en cuenta que la legislatura, en el calendario independentista, finaliza con la celebración del referéndum y que entre el 1 y el 15 de agosto la actividad será crionizada, parece más que posible que en fechas próximas haya novedades.