El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, considera que el "espectáculo" vivido este miércoles en el Parlament catalán es más propio de regímenes "de otras latitudes" y países "con menos cultura democrática". Aunque no ha querido señalar al estado al que se refería "para no mimetizar la situación", Ábalos ha asegurado que las reivindicaciones independentistas han perdido toda la razón y legitimidad que pudieran tener tras este "abuso, atropello e imposición". "Muchos ciudadanos piensan distinto en Catalunya”, ha zanjado, en respuesta a la maniobra independentista.

El portavoz socialista no fue tan duro como la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría: la democracia "no ha muerto" porque tiene a muchos para defenderla. Pese al disenso, ha mostrado su "apoyo sin fisuras" al Gobierno en la defensa del Estado de derecho ante la "mascarada groseramente orquestada para que se apruebe a toda costa una ilegalidad". Esta postura también fue expresada por Ciudadanos el martes, cuando Albert Rivera se reunió en la Moncloa con el presidente.

Los independentistas han "rebasado una nueva línea roja" con la inclusión en el pleno de la Ley de Referéndum, con la que han evidenciado su "falta de respeto a la discrepancia" y han tratado de "imponer por la fuerza" sus posiciones. "Reivindicar la democracia cargándose las formas democráticas dice muy poco del proyecto que dicen defender", ha esgrimido.

DIÁLOGO EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Los hechos acontecidos en la Cámara catalana, según su visión, "refuerzan" la iniciativa que registrará el grupo socialista en el Congreso el jueves, con la que aspira a abrir una comisión de diálogo sobre Catalunya: "Si algo ha quedado hoy claro es que hace falta diálogo, no imposición", ha opinado. En esta línea, Ábalos se ha mostrado esperanzado en que las fuerzas políticas "escépticas" con esa propuesta lleguen "a la conclusión de que no hay otra alternativa".

Por último, ha expresado su solidaridad con sus compañeros del PSC, que van a interponer un recurso de amparo al Tribuanl Constitucional por la vulneración de los derechos de los diputados, para luego advertir a los independentistas de que "pisotear los derechos de los representantes populares es pisotear los derechos de los ciudadanos".