Ahora que ha aceptado apoyar el uso del artículo 155 de la Constitución frente al desafío independentista, Pedro Sánchez suele decir que el PSOE tiene su «propia interpretación» de este precepto, que faculta al Ejecutivo central para suspender competencias autonómicas. El líder socialista no va más allá. Señala que la decisión final es de Mariano Rajoy, con quien habla habitualmente desde hace semanas, y que en cualquier caso Carles Puigdemont aún tiene una oportunidad para evitar el 155, si este jueves contesta que no ha declarado la independencia. Pero el PSOE ve «muy difícil» que el presidente catalán dé marcha atrás. Fuentes de la cúpula socialista ya empiezan a concretar su posición: apuestan por relevar a todo el Gobierno catalán, que un ministro del Ejecutivo central asuma la gestión de Cataluña y que se convoquen elecciones autonómicas cuanto antes.

La primera medida sería la destitución de Puigdemont y sus consejeros. El PSOE considera que no tendría sentido que estos mantuvieran su cartera. «Si cae el president, cae todo su gobierno. ¿Cuándo se ha visto que un gobierno sobreviva a su presidente?», explica un relevante miembro de la ejecutiva.

Es decir, las funciones del Gobierno catalán serían asumidas por quien designe el Ejecutivo central. En los últimos días se ha especulado mucho sobre qué decisión tomará aquí Rajoy, si optará por un Gobierno de notables o bien por uno de tipo técnico. Los socialistas no abogan por ninguna de estas dos vías. Consideran que la salida menos mala sería que un ministro de Rajoy (todas las miradas se dirigen a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría) asumiese la gestión de la Generalitat. «Un gobierno tecnocrático daría la impresión de que esta situación de interinidad se alarga y sería visto como un gobierno de ocupación», explican fuentes de la dirección del PSOE, que subrayan que esta es su posición, no la del Gobierno central, que por el momento continúa en silencio.

Porque el partido de Sánchez quiere que el 155 sirva para que se celebren comicios autonómicos cuanto antes. Esos comicios permitirán «librar un debate político a fondo» e incluso «cambiar de interlocutores», consideran los socialistas, que descartan que los partidos independentistas acaben llamando finalmente al boicot.

Mientras tanto, el PSOE sigue depositando altas expectativas en la comisión territorial del Congreso para que destense la situación. Los socialistas registraron ayer su propuesta para el organismo, que sería el embrión de la futura reforma constitucional, y entre los temas a tratar sitúan la recuperación del Estatuto catalán recortado por el Tribunal Constitucional (TC) en su sentencia del 2010. El PDECat había anunciado que participaría en la comisión, pero la detención el lunes por un delito de secesión de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, presidentes de la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, puede complicar su asistencia. El líder del PSC, Miquel Iceta, tachó la decisión judicial de «desproporcionada», tesis de la que se desmarcó Sánchez. «Respeto las opiniones que se puedan tener, pero no me pronuncio sobre las decisiones judiciales que me gustan más o me gustan menos», dijo el líder socialista en Nigrán (Pontevedra).