Castigados por las encuestas, que reflejan la creciente superioridad del bloque de derechas, el PSOE y Podemos ven en la oleada de reivindicaciones feminista la oportunidad de despertar al electorado durmiente de la izquierda, en torno a un millón de votantes que les eligieron en las últimas generales pero que ahora no acudirían a las urnas. La cifra preocupa en las direcciones de ambos partidos, conscientes de que su pulso electoral, tan tenue, solo prefigura unos resultados insuficientes, todavía más cuando su abstencionismo duplica al del PP y Ciudadanos.

En este contexto, socialistas y morados quieren capitalizar el impulso multitudinario del movimiento feminista dando cauce legislativo a las demandas que llenaron las calles el pasado 8 de marzo. Las dos formaciones movieron ficha este lunes. El PSOE presentó una propuesta para que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparezca en un pleno monográfico que aborde las políticas de igualdad. Podemos reunió a su grupo de trabajo para analizar los retos del feminismo y discernir cómo pueden traducir en iniciativas políticas las inquietudes de las movilizaciones.

Los morados, al mismo tiempo, exigieron a Ciudadanos que desbloquee su propuesta de permisos parentales iguales e intransferibles, que llegó al Congreso en enero pero desde entonces se encuentra congelada debido a la pinza de los de Albert Rivera con el PP para prorrogar las enmiendas de los proyectos de la oposición. Esta es una de las muchas iniciativas que Unidos Podemos y el PSOE han presentado sobre igualdad de género durante la legislatura, con la brecha salarial entre hombres y mujeres copando sus esfuerzos en los últimos tiempos.

Los dos partidos consideran que su potencial de crecimiento anida en los temas sociales, como feminismo y pensiones, donde Ciudadanos y el PP se mueven con mayor dificultad. Los populares admiten que no supieron ver venir la fuerza del 8-M y Rivera recibió severas críticas por haberse mostrado dispuesto a «liderar» el movimiento feminista.

LOS ERRORES DE LA DERECHA / Desde la izquierda creen esos patinazos le dan ventaja. La idea de los de Pedro Sánchez de celebrar, en principio en la primera semana de abril, un pleno monográfico sobre políticas de género busca retratar a la derecha. Sobre todo al PP, que tendrá que tomar una difícil decisión: apoyar la iniciativa, con lo que los socialistas se apuntarían un tanto, o rechazarla, lo que aumentaría su impopularidad en esta materia. «Rajoy tiene que dar un paso al frente y decirnos qué piensa hacer», señaló su número dos, Adriana Lastra. Pero los conservadores evitaron adelantar una posición. «Las medidas que hemos tomado son feministas. Y hechos son amores», se limitó a decir Pablo Casado, vicesecretario del PP.

El secretario general de los morados, Pablo Iglesias, considera que una ciudadanía movilizada es el caldo de cultivo ideal para crecer. En la reunión de la dirección de su partido, apeló a la necesidad de capitalizar «la primavera de movilizaciones» que, a su juicio, se avecina.