Ni el Gobierno ni Unidas Podemos tiran la toalla en las negociaciones, o por lo menos en público no renuncian a alcanzar un acuerdo que evite la repetición electoral. Tras el fracaso de la reunión negociadora del jueves, socialistas y morados se muestran ahora dispuestos a mantener con vida el diálogo y a no quemar los puentes.

La Moncloa habla de «esperanza» y garantiza que en los próximos días habrá «un contacto» o «una eventual reunión» entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El PSOE analiza que hay un resquicio para no llegar a las urnas. Y los podemistas no niegan la decepción por la ausencia de avances, pero reconocen que el encuentro sirvió para tantear los cauces de la conversación.

Nadie quiere ser el responsable de una ruptura. PSOE y Unidas Podemos han pasado de acusarse mutuamente de no ser de fiar a reconocerse como adversarios legítimos y apostar por la negociación. Los socialistas han dejado de subrayar la desconfianza y piden ahora un pacto equilibrado en el que no haya «vencedores ni vencidos». Los morados han aparcado el discurso de la humillación y destacan la importancia de no haber roto el diálogo pese a la decepción con la que observan que Sánchez sigue considerando inviable su entrada en el Gobierno.

Desde el posibilismo, la Moncloa exhorta a los morados a avanzar en fórmulas que beneficien a ambas partes. «Sí, hay diferencias, pero tenemos espacio para recorrer, tenemos esperanza», defendió ayer la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá. No abundó en qué vías se puede concretar el avance. Insistió en que no será una coalición pero sí es posible una «cooperación potente» con Podemos a la que se puede llegar si la negociación se afronta desde «resortes positivos». Preguntada por si entre esas fórmulas habría una suerte de «coalición de baja intensidad», respondió que eso «no es objeto del Gobierno, sino del PSOE».

A su juicio, la reunión del jueves fue relevante, aunque no se acercaran posiciones, porque el PSOE trasladó información importante a las confluencias de Podemos. En julio, los socios de Iglesias no participaron en las negociaciones, pero en esta ocasión los portavoces de los comuns, IU, Equo y Galicia en Común pudieron escuchar todos los datos aportados por los socialistas, algunos de los cuales, sugirió Celaá, podrían no haber tenido antes con detalle.

«Es importante que todo el mundo tenga toda la información. Creo que una reunión en la que se pueda verter información detallada e importante de los tiempos en los que han estado incluso en reuniones bilaterales el propio presidente en funciones y el secretario general de Unidas Podemos puede ser útil para llevar a buen puerto la negociación», deslizó. Y volvió a desdibujar la posibilidad de una investidura gratis en la que Iglesias apoyase sin pacto programático.

ENCUESTAS INTERNAS / En Unidas Podemos creen que Sánchez está determinado a ir a elecciones, pero sospechan que si la evolución de las encuestas que maneja la Moncloa no es especialmente positiva, quizá en el último minuto el presidente del Gobierno en funciones pondrá sobre la mesa una nueva oferta.

Aferrados al vértigo electoral que pueda sufrir el secretario general del PSOE, quieren mantener la negociación con respiración asistida los próximos días. «Yo creo que es posible sacar hacia delante una propuesta de Gobierno progresista», opinó la portavoz de Galicia en Común, Yolanda Díaz.