El PSOE asegura que sintió "miedo" al escuchar el discurso de Pablo Casado durante la convención del PP del pasado fin de semana. El líder conservador hizo allí un discurso muy duro, pensado para volver a aglutinar a toda la derecha, en el que proclamó la vuelta a las viejas esencias y se ofreció para "liberar" a España de Pedro Sánchez y los independentistas. El "miedo" socialista no se debe a la presunta capacidad del nuevo PP como rival electoral, sino a lo que supone, a la luz de los precedentes, ese retorno a sus orígenes. "Nos da miedo que Casado quiera volver al PP verdadero", ha dicho este lunes, tras la reunión de la ejecutiva, la vicesecretaria general, Adriana Lastra.

"En esa convención escuchábamos a Casado hablar del PP verdadero. El de [José María] Aznar. Empieza a dar miedo: el PP de la mentira y la corrupción, el de los 12 ministros en la cárcel o en los tribunales. Ese verdadero PP es el de la guerra de Irak, el 11-M y el Prestige. Casado reúne lo peor de Aznar y de [Mariano] Rajoy. Porque hace solo unos meses era el vicesecretario del PP con Rajoy, y por lo tanto responsable de la 'caja b' de la 'Gürtel', 'Púnica' o 'Lezo'. Casado dice que quiere mucho a España, pero quiere muy poquito a los españoles", ha dicho Lastra.

Pero los socialistas también ven en esta posición de Casado, que compite a su izquierda con Ciudadanos y a su derecha con Vox, una oportunidad. El PSOE cree que puede aprovechar esta coyuntura para volver a conquistar el centro sin perder su hegemonía en la izquierda, ahora que Podemos se encuentra inmerso en plena guerra interna entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. "El PP pretende aglutinar a lo más radical de la derecha, compitiendo con esa fuerza que entró en Andalucía. Se están dejando arrastrar por esa fuerza de extrema derecha que apareció en Andalucía. Frente a eso, el PSOE representa a la mayoría social de este país, la moderación y el diálogo", ha argumentado Lastra. La nueva consigna socialista también pasa por no citar en ningún caso a Vox. La número dos del PSOE ha tenido multitud de oportunidades de llamar por su nombre al partido de Santiago Abascal, y ha sido preguntada directamente por él, pero ha optado por referirse a "esa fuerza de extrema derecha".

LA SITUACIÓN PARLAMENTARIA

La reunión de la ejecutiva de este lunes no ha contado con la presencia de Sánchez, que ha inaugurado un foro de turismo y después se ha reunido con UGT, pero sí con la de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ha acudido de forma excepcional (no es integrante del organismo) para explicar los Presupuestos. La suerte de las cuentas públicas de este año dependen casi únicamente de ERC y el PDECat, que hasta el momento mantienen su rechazo a aprobarlas y solo se abren a permitir su tramitación. Pero los socialistas insisten en pedir el apoyo, o al menos la abstención, a todo el arco parlamentario, incluido el PP.

"Apelamos a todos los grupos políticos. Pedimos que sean responsables y contribuyan a la aprobación de unos Presupuestos que son buenos para España. Si no los apoyan estarán votando no a la mejora del bienestar, no a la revalorización de las pensiones, a la reuniversalización de la sanidad, al aumento de las becas, a la recuperación del subsidio para mayores de 52 años y al sistema de dependencia", ha dicho la vicesecretaria general.

Por el momento, el PSOE se enfrenta este martes a una complicada jornada parlamentaria, con la convalidación de ocho reales decretos. Dos de ellos (uno sobre pensiones y el otro sobre alquiler de viviendas) no están asegurados, debido a las reticencias de Podemos. Si el Gobierno fracasa, la sensación de inestabilidad aumentará.

"Estamos avanzando en las negociaciones. Esperamos sacarlos adelante, como hemos sacado adelante hasta ahora todos los reales decretos", ha dicho Lastra, que también ha vuelto a enseñar la puerta de salida a Susana Díaz, expresidenta de la Junta y todavía líder del PSOE andaluz.

La dirección socialista no tiene prisa para forzar la marcha de Díaz, histórica enemiga interna de Sánchez, porque considera que una batalla de este tipo desangraría al partido a solo cuatro meses de las elecciones municipales del 26 de mayo. Pero tampoco oculta sus preferencias por un cambio en la federación más numerosa, hasta ahora la única que había mantenido el poder autonómico de forma ininterrumpida durante 36 años.

"Cuando no gobernamos, cuando no conseguimos los votos necesarios para gobernar, tenemos que hacer una reflexión sobre por qué es así. Eso es lo que tiene que pensar la federación andaluza. La máxima autoridad del partido es la militancia, que es la que decide en cada momento", ha concluido Lastra. No ha querido ir más allá.