La decisión de Ciudadanos (Cs) de pedir la dimisión de Cristina Cifuentes, más de dos semanas después de que se conociera que la presidenta madrileña obtuvo un máster con notas presuntamente falsas, cogió ayer al PSOE por sorpresa. El anuncio llegó cuando Pedro Sánchez comparecía para presionar al partido naranja. Pero los socialistas no cambian su hoja de ruta por el giro de Ciudadanos.

Creen que se trata de una trampa y mantienen su moción de censura, proponiendo a Ángel Gabilondo como candidato, porque sustituir a Cifuentes por otro dirigente del PP, a su juicio, no supone ninguna «regeneración democrática». Al contrario. Argumentan que todos los populares madrileños están manchados por la sombra de la corrupción.

Sánchez, poniendo el foco en Albert Rivera, recurrió a la manida frase de Giuseppe Tomasi di Lampedusa en la novela El Gatopardo. «Rivera vuelve a querer aparentar que todo cambia para que nada cambie», manifestó el líder del PSOE.

En un momento en el que Ciudadanos está disparado en las encuestas y amenaza con conquistar a una parte importante del electorado de centro que votaba al PSOE, los socialistas consideran que el escándalo del máster supone una oportunidad para «retratar» a los naranjas. Sánchez trasladó a su ejecutiva a Coslada (Madrid), donde se reunió con la dirección de los socialistas madrileños. Toda su intervención giró en torno al caso Cifuentes.

A su lado, el secretario general del PSOE-M, José Manuel Franco, recordó que los diputados del PP en la comunidad apoyaron primero a Esperanza Aguirre, después a Ignacio González y ahora a Cifuentes. «Lo que Ciudadanos pretende es no retratarse ante la moción de censura de los socialistas. Si esto da paso a otro candidato del PP, no hemos hecho nada para la regeneración», dijo Franco.

«Ya que Rivera toma esa decisión, que la tome con todas las consecuencias. Nosotros mantenemos nuestra moción y Cs tiene que retratarse. Basta uno solo de sus diputados», dijo Sánchez.

En las elecciones del 2015, el PP obtuvo 48 escaños, el PSOE 37, Podemos 27 y Ciudadanos 17. Dado que la mayoría absoluta en la Cámara madrileña se sitúa en 65 escaños y que los morados ya han anunciado su apoyo a la moción que encabezará Gabilondo (que se debatirá antes del 7 de mayo), el respaldo de un parlamentario del partido naranja sería suficiente para desalojar al PP del poder.

«Rivera tiene que demostrar si nació para regenerar o para encubrir», concluyó el líder socialista.