Un día después de que Pablo Iglesias diera un paso atrás en su reclamación de formar parte del futuro Gobierno, desbloqueando así las negociaciones de investidura, los socialistas se han mostrado convencidos de que habrá un acuerdo con Podemos para reelegir a Pedro Sánchez como jefe del Ejecutivo el próximo jueves. "Se abre una oportunidad a nivel nacional en nuestro país que todos estábamos esperando. Tenemos que hablar de muchas cosas. Del programa, que tiene que hacer frente a las reformas que necesita nuestro país. Estamos convencidos de que vamos a alcanzar un acuerdo", ha señalado este sábado en Oviedo la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra.

Lo primero, ha subrayado la número dos del partido, será el "programa", pero también "por supuesto" se va a hablar "de la participación de Podemos en el Ejecutivo". Este es uno de los puntos que diferencian a los socialistas de los morados, que quieren que en la negociación se trate al mismo tiempo las medidas a aplicar durante la próxima legislatura y los equipos de Gobierno.

LA COMPOSICIÓN DEL CONSEJO DE MINISTROS

Pero la principal divergencia sigue siendo la composición del futuro Consejo de Ministros. Iglesias pide autonomía para elegir a los responsables de carteras que sean responsabilidad de Podemos, mientras que Sánchez insiste en que él tendrá la última palabra sobre quién integra su Gabinete. Los morados, una vez su secretario general ha cedido, quieren que la dirección de su partido entre en los ministerios, sobre todo la portavoz parlamentaria, Irene Montero, mientras los socialistas prefieren nombrar a dirigentes más "técnicos" y menos cercanos a Iglesias para ocupar ministerios sociales.

"Vamos a trabajar en las próximas horas y días con discreción, lealtad y el objetivo de que este país tenga un Gobierno a pleno rendimiento. No partimos de cero, sino de 12 meses en los que hemos desarrollado muchas políticas", ha explicado Lastra. El PSOE quiere que la negociación programática se asiente sobre dos documentos: el pacto presupuestario al que llegaron en octubre pasado Sánchez e Iglesias, frustrado por el voto en contra de la derecha y los independentistas (una coincidencia que motivó el adelanto de las elecciones generales) y el documento aprobado por su ejecutiva, un resumen del programa electoral socialista pensando para encontrar "puntos de coincidencia" con Podemos.