Las propuestas económicas del PSC agitan la precampaña electoral. El líder del PSC, Miquel Iceta, postula una Hacienda federal con la que la Generalitat asuma «la recaudación y gestión -en consorcio con la Administración central del Estado, tal como dice el Estatut- de todos los impuestos» que se pagan en Cataluña. Pese a estar recogida en el Estatut desde el 2006, esta oferta ha generado polémica en las últimas horas, tanto dentro como fuera de la familia socialista, igual que había ocurrido ya con la de la condonación de parte de la deuda catalana.

Pese a las voces críticas en el partido, la cúpula del PSOE avala de momento la receta Iceta. «Es una propuesta razonada, razonable y que no implica ningún privilegio», señaló el secretario de Economía del PSOE, Manuel Escudero. En conversación con este diario, quiso despejar cualquier sombra de discordancia entre el PSOE y el PSC. La idea de Iceta, publicada en un artículo en El Mundo, no solo «está contemplada en el Estatut», señaló el miembro de la dirección socialista, haciendo referencia a que también aparece en los documentos federales del PSOE (Declaración de Granada del 2013).

LOS BARONES

Eso no evita la inquietud de algunos barones. A las protestas más o menos explícitas de los socialistas de Andalucía, Extremadura, Asturias o Aragón, que están en contra de cualquier «trato de favor» a Cataluña, se sumó ayer la postura del portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo. El exministro consideró que la condonación de deuda «no es el mejor de los caminos». En Andalucía, Mario Jiménez dijo que «cualquier medida se tiene que plantear para el conjunto de las comunidades».

No solo se han acumulado las críticas internas. El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, no le ve «ningún sentido» a las propuestas del PSC. Y Miguel Ángel Revilla, presidente cántabro que visitará Barcelona el día 19 para pedir el voto para Iceta, también afeó la idea diciendo que si se crea una Hacienda catalana se tiene que hacer con el resto de autonomías. «Aquí ya no se pueden hacer más excepciones con nadie», dijo.

El PP fue el partido que cargó con más fiereza. «El 21-D no estamos para subastas de ideas», sentenció Mariano Rajoy desde Costa de Marfil, apuntando que «el mejor modelo de financiación autonómica es el pactado y acordado entre todos». La presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, y el gallego, Alberto Núñez Feijóo, también salieron en tromba, igual que Xavier García Albiol, que tildó la Hacienda catalana de «ocurrencia»» que daría «una imagen de triunfo al independentismo».

LO DICE EL ‘ESTATUT’

«Albiol dice que es un regalo a los independentistas. Está muy confundido. Castigando a Cataluña no se castiga a los independentistas, se castiga a los catalanes», le respondió Iceta. El líder del PSC considera que «la reforma del sistema de financiación es urgente, es una de las reformas estructurales pendientes en España con más incidencia en el bienestar» de todos los españoles y que para ello «no hay que esperar una nueva Constitución» y se puede «avanzar mucho con intención y voluntad federal».

Tras remarcar que la posibilidad de crear este consorcio ya está contemplada en el Estatut vigente, dijo que en nada tiene que ver con la Hacienda catalana diseñada por Oriol Junqueras. «Junqueras pretendía que todo el trabajo lo hiciera la agencia catalana, yo lo que lo pido es que lo haga un consorcio entre la agencia catalana y la Agencia Tributaria -puntualizó-. Yo lo que pido es que se cumpla el Estatut del 2006, que contemplaba esta posibilidad que nos parece muy operativa, razonable y muy federal».

El primer secretario del PSC plantea «establecer un vínculo fuerte entre una parte de la recaudación conjunta en toda España por los tres grandes impuestos sobre la renta y el consumo y la financiación del Estado del bienestar, que compete a las autonomías».

El sistema permitiría, según Iceta, «aumentar los porcentajes de cesión de estos impuestos para aumentar la suficiencia financiera necesaria, y al tiempo crear también con estos recursos un fondo de garantía a repartir de manera igualitaria».