Cruce de tuits entre los líderes socialistas catalanes, Miquel Iceta y Jaume Collboni, y el alcaldable por Barcelona, Manuel Valls, a cuenta de Vox. Las acusaciones entre las formaciones van que vuelan tras el auge del partido ultra y más aún con el avance de las negociaciones entre las derechas con el propósito de que anide un gobierno que desaloje al PSOE del mando de Andalucía. Desde el PSC reclamaron a Valls que actúe al ritmo de lo que predica y que renuncie a presentarse a las elecciones municipales con Ciudadanos (Cs) si la formación pacta con el PP y Vox en Andalucía.

El llamamiento de Valls a erigir un gran pacto de Estado para aislar a la extrema derecha y al independentismo, con el que buscaba aunar al PSOE, el PP y Ciudadanos, no dio un golpe de efecto. Collboni hurgó en que los naranjas debían dejar gobernar a Susana Díaz por ser la candidata de la lista más votada y le afeó que debe abandonar la carrera municipal con el patrocinio de Ciudadanos «si no quiere representar al partido que pacta con los socios de Le Pen». Al mismo tiempo, Iceta emplazó a Valls a «renunciar al apoyo» de la formación liderada por Albert Rivera si su candidatura por tomar la vara de la capital catalana quiere ser «catalanista y transversal». «El pacto con Vox es la gota que colma el vaso», le alertó el líder del PSC.

El exprimer ministro francés hizo oídos sordos a los designios de los socialistas y optó por instar al PSOE a la abstención para que PP y Ciudadanos cierren un pacto de gobierno autonómico. «Eso sí que sería responsable y no jugar con Vox», escribió Valls en la red social. Convencido, por ahora, de que Ciudadanos declinará un acuerdo con el partido de Santiago Abascal, aprovechó la ocasión para reclamar que no dejen los Presupuestos Generales del Estado (PGE) «en manos de los separatistas y de los populistas» y recetó responsabilidad, sentido de Estado, diálogo entre constitucionalistas y restar alejados de Ada Colau.

Por su parte, Ciudadanos se hizo un hueco entre la discusión para asegurar que no transigirá ante las demandas de Vox. El portavoz de los naranjas en el Parlament, Carlos Carrizosa, aseveró que su formación no está dispuesta «en absoluto» a «revisar» el pacto que selló con el PP para la investidura en Andalucía: «Ya está cerrado y tenemos clarísimo que los avances conseguidos en 40 años de democracia en la lucha contra la violencia de género no los podemos perder ahora con pactos con aquellos que defienden cuestiones propias de los extremos».

Pese a las intenciones de blindar lo acordado en las negociaciones por parte de los naranjas, Pablo Casado se comprometió a ampliar la protección por «violencia doméstica» a hombres, niños y ancianos, en un acuerdo paralelo con Vox. Los populares han asumido estos últimos días algunos de los postulados del partido de extrema derecha para cortejarles y propiciar que el popular Juan Manuel Moreno sea el nuevo presidente de la Junta de Andalucía.