La juez Carmen Lamela ha enviado este juves a prisión a dos presuntos yihadistas detenidos el martes en Lorca (Murcia) y Abadiño (Vizcaya) acusados de delitos de enaltecimiento del terrorismo islamista, adoctrinamiento, autoadoctrinamiento y captación para Dáesh por animar a cometer atentados en Europa.

Según han informado fuentes jurídicas, la juez de la Audiencia Nacional ha decretado su prisión preventiva por esos delitos a petición de la Fiscalía tras tomar declaración a ambos esta mañana.

La detención de los dos presuntos yihadistas se produjo en el marco de una operación conjunta de la Policía Nacional y las autoridades marroquíes, que se saldó con otros tres detenidos en Castillejos, localidad marroquí próxima a Ceuta.

Los investigadores creen que los cinco arrestados formaban parte de una estructura de reclutamiento y adoctrinamiento del autodenominado Estado Islámico que animaba a atentar en Europa. Integraban además la estructura de propaganda del Dáesh, por lo que no solo incitaban a la comisión de atentados en Europa, sino que divulgaban vídeos en los que se adiestraba sobre el uso de armas blancas y sobre técnicas de decapitación.

Palizas a la novia

Según el Ministerio del Interior, el detenido en Lorca, de nacionalidad senegalesa y 21 años, mostraba elevados índices de radicalidad y era considerado una amenaza por los investigadores al haber manifestado su voluntad expresa de realizar ataques contra la población civil empleando diferentes métodos violentos.

Los investigadores han destacado a Efe el perfil violento de este joven que siendo menor fue condenado por agresiones a agentes de la autoridad y estuvo ingresado en un centro de menores de Zumárraga. Ya entonces despuntaba su radicalidad religiosa tanto en su vestimenta como en su defensa del Corán y su fanatismo le llevó incluso a maltratar violentamente a la que fue su novia, una chica de origen rumano a la que trató de adoctrinar en los estrictos postulados de la sharia o ley islámica, que exige un sometimiento de la mujer al hombre.

De hecho está condenado por violencia machista por propinar duras palizas a esta chica, a la que obligaba a ver vídeos constantemente sobre la yihad para que se adheriera al Dáesh, y tal llegó a ser el sometimiento que cuando ocurrieron los atentados de Barcelona este verano, la joven le mandó un mensaje felicitándole y manifestándole que estaría contento con lo ocurrido, según han comentado fuentes de la investigación.

El arrestado en Vizcaya tiene 33 años y es de nacionalidad marroquí, y, al igual que el otro detenido, tenía como objetivo divulgar el material propagandístico de Dáesh como el medio más directo para captar, adoctrinar y reclutar a nuevos miembros.

Además, ambos mantenían contacto con yihadistas en Siria e Irak y estaban conectados entre ellos de forma "online".