Pablo Casado (PP) y Albert Rivera (Ciudadanos) exigieron en varias ocasiones a Pedro Sánchez (PSOE) que dijera si indultaría a los políticos independentistas encarcelados. El candidato socialista les respondió que esos dirigentes están siendo juzgados en estos momentos y hay que esperar a una sentencia en firme para abordar esta cuestión. El aspirante conservador y el liberal dieron por hecho que Sánchez ya ha pactado esa medida de gracia por si necesita a los partidos soberanistas catalanes para lograr ser investido.

En este asunto, Pablo Iglesias (Podemos) echó un capote al jefe del Ejecutivo y lamentó que se insistiera en esta cuestión, "como si el señor Manuel Marchena, el presidente de la sala que juzga a los políticos, estuviera en un juicio farsa".

Sánchez denunció "las mentiras de la derecha" en este asunto y aprovechó para recordarle a Casado que le acusó de preferir "las manos manchadas de sangre". El líder del PP, que tuvo un tono general menos agresivo que en estas últimas semanas, tal como le aconsejó su equipo, intentó escabullirse de dar explicaciones y se limitó a responder que lo dijo porque había pactado con Bildu en el Congreso. El jefe del Ejecutivo preguntó a Casado de "qué color tiene manchadas las manos" él si se observa el Parlamento vasco, donde el PP ha votado junto a Bildu "hasta 127 iniciativas legislativas".

Rivera buscó los focos poniendo en su atril una fotografía del presidente del Gobierno con Quim Torra mientras Sánchez estaba hablando. El socialista le contestó que podría haber colocado la de la manifestación de Colón, cuando PP, Ciudadanos y Vox se manifestaron juntos para pedir su dimisión.