El candidato de los populares, Xavier García Albiol, anunció ayer que si llega a la Generalitat cerrará o fusionará los 391 organismos y sociedades que tiene la administración pública catalana. La propuesta responde a su voluntad de poner «punto y final» a todo aquello que edificó el Govern de Junts pel Sí, lo que tacha de «chiringuitos independentistas» y que, para él, «no sirven para nada» y solo se dedican a «pagar nóminas de quienes hablan mal de España». También pretende reducir hasta un 60% los cargos de confianza y de dirección por «dar asesoramiento nada justificado a ERC y el PDECat». Albiol se paseó por el mercadillo de San Cosme, en El Prat de Llobregat, para ejemplificar lo que considera un duelo de realidades. De un lado, las personas que se cruzó en su ruta en este barrio, a los que tildó de «catalanes normales, con problemas e inquietudes normales, que lo único que pretenden es vivir en paz». De otro, los que «peregrinaron» a Bruselas, dejándose llevar por el «encantador de serpientes» de Puigdemont.