Los populares intentan retomar el ritmo de campaña electoral, después de haberla interrumpido brevemente como casi todos los demás por el fallecimiento de Alfredo Pérez Rubalcaba. Al partido de Pablo Casado le había costado arrancar porque el debate interno sobre cuál es el área ideológica donde debe ubicarse esta formación -antaño de grandes mayorías y desde hace un par de semanas de 66 escaños-, lo ocupa todo. Tras un breve paréntesis de duelo, se retoma la campaña. Pero también el mencionado debate. "Cuando el PP está unido y es un partido de amplio espectro político, a España le va mejor, a Galicia le va mejor y a Vimiamzo le irá mejor", dijo este sábado el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, en un mitin. Feijoo, ahora mismo el barón y dirigente conservador que más respeto suscita en su formación política, continúa con un discurso que marca sin disimulos el camino a seguir a su jefe de filas, Casado, que optó por escorarse a la derecha (para competir con Vox) en las generales con resultados nefastos.

Desde Valencia el propio Casado trataba de centrarse en el trabajo sin pensar en lo que se le puede venir encima si no remonta. El viernes ya había dado un toque de atención a los suyos, solicitando lealtad en un momento en que se la juegan. Él especialmente, pero no solo. Este sábado se limitó a habló de aglutinar esfuerzos, de pensar a la hora de votar que el PP es esa "casa del centro derecha" a la que deberían volver los votantes de Cs y Vox para convertir su voto en útil a la hora de frenar a Pedro Sánchez. Según él, existe una segunda oportunidad de ganar un "contrapeso" a través de comunidades y ayuntamientos con los que frenar al PSOE.

En este mismo acto, uno de sus candidatos al Parlamento europeo y un veterano en el partido, Esteban González Pons, se permitió también hacer una reflexión en voz alta sobre el futuro de unas siglas, las suyas, que parecen dar peligrosos vaivenes en estas semanas. "Yo no creo, te lo digo aquí en privado [estaban en un acto electoral ambos], entre tú y yo, que haya que hacer más cambio de rumbo que volver a mirarnos a nosotros mismos. Recordad nuestros nombres y decirle a la gente los servicios que hemos prestado a nuestro país […]. Somos el gran partido del centro-derecha español y por este orden", subrayó.

EL PARTIDO "ADULTO" Y DE "SOLUCIONES"

El mensaje de Pons fue de calado y en presencia de su presidente. Sugirió que se pueden acometer cambios políticos en los partidos sin necesidad de dar volantazos desconcertantes. "El PP es un partido responsable, un partido sólido, el partido fiable, el que se renueva por adición, el partido seguro, el partido ambicioso, con el que se encuentra trabajo, con el que no corre peligro la unidad de España", remarcó.

Prosiguió el valenciano marcando ‘argumentario’, enfatizando que la suya es una organización "de soluciones" y no "un partido de ideología". "No somos ninguna de las dos copias del PP, somos el auténtico PP. No estamos divididos, como pretenden nuestros rivales, los que quieren que perdamos las elecciones y no estamos derrotados como pretenden nuestros imitadores", concluyó.