Si en algo coinciden los dirigentes de Partido Popular, Ciudadanos y Vox es en que el pacto en la Comunidad de Madrid es inminente. Los tres partidos apuestan por que en los próximos días se alcance un acuerdo satisfactorio para todos ellos que convierta a la popular Isabel Díaz Ayuso en la próxima presidenta de la autonomía. Los populares calculan que su candidata podrá ser investida la próxima semana.

Ayuso ha estado volcada en mediar entre Ignacio Aguado y Rocío Monasterio, sus homólogos en el partido liberal y el ultra, respectivamente. La exigencia de los de Santiago Abascal de negociar a tres bandas y el rechazo de los de Albert Rivera a dejarse fotografiar con Vox han complicado el diálogo desde finales de mayo. Pero todo apunta a que la solución pasa por un acuerdo programático -que incluye medidas impuestas por el partido de extrema derecha- que ejecute un Gobierno de PP y Cs. El mismo modelo empleado en Murcia para lograr el Ejecutivo.

«No va a haber elecciones, no va a gobernar la izquierda, vamos a llegar a un acuerdo», aseveró ayer el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, alejando la amenaza de repetición electoral si no se logra investir un presidente antes del 10 de septiembre. Admitió que las conversaciones estaban muy «avanzadas» y que hay «razones más que suficientes para tener claro» el éxito de la alianza.

Sin embargo, cuando se le preguntó cómo se iba a materializar el acuerdo -uno de los principales problemas para Cs-, reconoció que es «bastante complicado convencer» al jefe de los naranjas en Madrid, aunque restó importancia al asunto.

LOS NARANJAS

No piensan lo mismo en Ciudadanos. Aguado, aunque optimista, condicionó el resultado final de las conversaciones a que las peticiones de Monasterio se adapten a los puntos ya firmados con los populares: «No tendría que haber escollos, estamos esperando un documento cerrado con Vox. Si ese documento es compatible, seguro que habrá Gobierno». Un intento de los naranjas de demostrar que solo han negociado con los populares y evitar las críticas por acercarse a Vox. No obstante, para el dirigente liberal la pelota está ahora en el tejado de Abascal. El PP, terciando entre sus dos socios, ve también «muy cerca» el acuerdo que le permita presidir la comunidad, según señaló el presidente regional en funciones, Pedro Rollán.