El PP ha subido el tono de la precampaña con su oposición frontal a los decretos leyes del Gobierno, que ha recurrido ante el Constitucional, y sus duras críticas al carácter «aberzale y electoralista» de algunas de estas normas aprobadas en el Congreso.

Pablo Casado aludió al terrorismo de ETA al asegurar que nunca va a hablar «con un partido que no ha pedido perdón por la muerte de más de 800 personas» y reprochó al Gobierno que el líder de esta formación, Arnaldo Otegi, «presuma de ser una pieza clave para el Ejecutivo» tras apoyar Bildu los decretos.

«Los diputados y senadores «soberanistas de izquierdas» serán «más y más decisivos», dijo Otegi, algo que despertó las críticas del PP, que acusa al Gobierno de buscar el apoyo de «un proetarra».

Casado también se comprometió a ampliar en cinco (de seis a once) los supuestos para aplicar la prisión permanente revisable, incluyendo, entre otros, la ocultación del cadáver.

Los nuevos supuestos son «asesinato con ocultación del cadáver, asesinato tras secuestro, violadores reincidentes, asesinato por incendios con víctimas mortales o sustancias químicas o biológicas que produzcan estragos y asesinato después de ciertos supuestos de violencia de género».

Estos se unirían a los seis existentes, relativos a «asesinato a menores o discapacitados, asesinato tras cometer un delito sexual, asesinato en el seno de una organización criminal o terroristas, la reincidencia por un mismo condenado, los crímenes de lesa humanidad y el asesinato del Rey o de un jefe de Estado extranjero que se halle en España».