Con el acercamiento del PDECat y ERC y el abandono de la vía unilateral, PP y Ciudadanos temen que ahora sea todavía más fácil para Ada Colau explicar su entendimiento con los soberanistas, ya que la alcaldesa siempre ha apostado por un referéndum pactado. Oriol Junqueras, cabeza de lista de los republicanos, gana todas las encuestas, que también señalan que los comuns, pese a caer respecto al 2015, pueden ser clave.

Por eso, fuentes de los populares y de los naranjas consideran que deben intentar presionar a Pablo Iglesias para que, al ver cómo Podemos cae en los sondeos a nivel estatal (el último CIS señaló un descenso de un punto y medio en los últimos cuatro meses, hasta el 18,5% de los apoyos), pueda intentar influir en algo en la alcaldesa para que los suyos no faciliten una investidura de ERC y se abstengan. PP y Ciudadanos saben que no lo tienen fácil.

El líder de los morados ha visto cómo Carolina Bescansa, cofundadora de Podemos, no ha dudado en quejarse públicamente de que se han asumido demasiado las tesis independentistas y se han olvidado de que nacieron para un proyecto estatal.

En Génova, el choque con Iglesias le reporta «grandes beneficios» casi siempre, admite un miembro de la cúpula popular, aunque ahora los conservadores quieren incidir también en el debate en el seno de los morados y seguir señalando los constantes guiños de la alcaldesa de Barcelona al independentismo.

Por su parte, Ciudadanos tiene un interés más directo en debilitar a Iglesias en Cataluña, explica uno de los principales colaboradores de Albert Rivera. Son conscientes de que su candidata, Inés Arrimadas, pugna por un voto obrero antiestablishment no independentista.

Más allá de la presión que hayan planteado populares y naranjas, Iglesias no tiene intención de condicionar la política de pactos de los comuns. Mucho ha cambiado desde aquella campaña del 27-S, donde Barcelona en Comú decidió no ir de la mano de Podem en la coalición de Catalunya Sí que es Pot.

Iglesias sabe que la única forma de que los suyos, ahora de Colau, lleguen a entrar en el Govern pasa, forzosamente, por un pacto con ERC, con o sin la presencia del PSC en el futuro pacto que se logre.