Mariano Rajoy no quiere más sorpresas y por eso la persona que sustituya a Cristina Cifuentes en el Gobierno de Madrid debe llegar con un expediente impecable. Según fuentes de la dirección del PP, en la sede de Génova 13, ya se está buscando un candidato limpio de escándalos y sin sombras en su currículum que pueda satisfacer la demanda de destitución de Ciudadanos y frenar la moción de censura.

La decisión está tomada como están tomadas las decisiones con Rajoy. Falta su orden, su luz verde. Mientras tanto, sus colaboradores están buscando en el grupo parlamentario popular ese posible nombre con el que pasar página al escándalo del máster que ha protagonizado la presidenta madrileña. Y no es una tarea fácil, según esas mismas fuentes. Entre los diputados populares de la Asamblea hay muchos heredados de la etapa de Esperanza Aguirre que no agradan a la cúpula conservadora.

El jefe del Ejecutivo debe decidir, además, cuándo toma esa decisión. En la agenda de Cifuentes hay dos fechas marcadas en rojo por ahora: el 2 y el 7 de mayo. El primero se celebra el Día de la Comunidad de Madrid, la fiesta regional, y es tradición que la presidenta ofrezca una recepción multitudinaria. Si Cifuentes sigue hasta ese día, el acto tendrá poco de festivo.

El otro día, el 7 de mayo, es la fecha tope en la que, según el reglamento de la Asamblea, se puede celebrar la moción de censura presentada por el PSOE (y apoyada por Ciudadanos y Podemos) para tumbar a Cifuentes y colocar en el Gobierno al socialista Ángel Gabilondo. La unión de la oposición y la confirmación y reconfirmación de Albert Rivera de que apoyará la iniciativa, aunque para ello deba ir de la mano de Pablo Iglesias, ha hecho mella en Rajoy, que no quiere perder el Ejecutivo regional un año antes de las elecciones municipales y autonómicas del 2019.

Todavía no hay fecha para esa moción, una decisión que depende de la presidenta de la Mesa de la Asamblea (Paloma Adrados, PP). Según fuentes conservadoras, es probable que el próximo lunes, 30, Adrados fije el día de la moción, momento que podría servir al presidente del Gobierno como excusa para poner en marcha la operación.

La lentitud de reacción de Rajoy en este escándalo, que estalló el 21 de marzo al publicar eldiario.es las irregularidades en el máster, se debe a que Rivera puede estar a punto de cobrar al PP su quinta víctima política. Primero fue el riojano Pedro Sanz, después Rita Barberá, el murciano Pedro Antonio Sánchez y hace poco la senadora Pilar Barreiro. Y mientras, los naranjas siguen avanzando en las encuestas.

Rajoy y Cifuentes estuvieron ayer charlando juntos precisamente en una universidad, la de Alcalá de Henares, donde tradicionalmente se celebra la entrega del Premio Cervantes. Cifuentes comentó a los periodistas que no va a «descuidar las funciones» que conlleva dirigir la Comunidad y dijo no leer la prensa estos últimos días por estar «cansada» del trato recibido.