El PP y Ciudadanos pusieron el grito en el cielo por la exhumación del Francisco Franco. El portavoz adjunto de los populares en el Congreso, Guillermo Mariscal, acusó al Gobierno de «quebrar la convivencia» y «poner en riesgo» la Transición al «elevar el tono» del debate sobre el franquismo. El secretario general de Cs, José Manuel Villegas, denunció que Pedro Sánchez «está actuando como si buscara la confrontación y el enfrentamiento entre españoles»

«Que su debilidad parlamentaria se traslade a quebrar la convivencia en nuestro país es denigrante», sentenció con vehemencia Mariscal, que calificó de «desfachatez» el decreto ley aprobado por el Consejo de Ministros por considerar que se trata de un «intento para desviar la atención de la subida de impuestos y no ocuparse de lo que importa».

En el particular duelo que mantienen con Ciudadanos para ver quién es más duro en sus críticas a Sánchez, los populares ganaron ayer la partida. Villegas, se limitó a reclamar que no se use a Franco como «cortina de humo» para evitar que se hable de los «dedazos» en las instituciones públicas o de las «concesiones» a los separatistas. Eso sí, elevando un poco más el tono de las críticas, señaló que el presidente del Gobierno «está actuando como si buscara la confrontación y el enfrentamiento entre españoles».

MÁS MEDIDAS / El enfado de PP y Cs no tuvo eco en el resto del arco parlamentario, donde Unidos Podemos y los partidos nacionalistas aplaudieron la decisión, aunque pidieron a Sánchez que no se quede solo en el traslado de Franco. Pere Aragonès, vicepresidente del Govern, avisó que el PSOE tendrá su apoyo al decreto ley si va acompañado de «otras políticas en materia de memoria histórica» como por la anulación de los juicios franquistas. Por su parte Noa Presas, diputada del BNG, consideró que Sánchez «no puede ser timorato y limitarse» a la cuestión de los restos; para su partido la devolución al pueblo gallego del Pazo de Meirás, de la Casa Cornide y de las estatuas del Mestre Mateo que actualmente están en propiedad de la familia Franco son «exhumaciones pendientes». El siempre contundente portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, propuso demoler el Valle de los Caídos.

LA IGLESIA LE OFRECE SEPULCRO / Ahora la gran incógnita es dónde terminará el cadáver Franco, que la familia del dictador se niega a aceptar. Ante esta situación la Iglesia mostró ayer su «efectiva disposición para acoger en terreno sagrado los restos mortales de un bautizado».

Tras destacar en un comunicado que no le «compete valorar la conveniencia ni la urgencia de la modificación legal», la Archidiócesis de Madrid apoyó que el traslado «se debería hacer con el mayor consenso posible, particularmente entre el Gobierno y la familia del difunto».

Francisco Franco, nieto de Franco, reiteró ayer sus acusaciones contra el Gobierno por las prisas adoptadas.