El Ayuntamiento de Madrid ha abierto expedientes disciplinarios a tres policías locales por los insultos y amenazas de muerte en un chat a la alcaldesa Manuela Carmena y otros políticos, periodistas, sindicalistas e inmigrantes, según fuentes del consistorio. Tras la puesta en marcha de una investigación por parte de Asuntos Internos del cuerpo local, se han aplicado medidas cautelares, que incluyen la suspensión temporal de funciones, la retirada temporal del arma y la credencial reglamentaria, y la prohibición del acceso a la dependencias de la Policía Municipal sin autorización.

Los investigadores han "identificado varias faltas muy graves y graves", según las mismas fuentes. En paralelo a los expedientes disciplinarios, el concejal de Seguridad, Javier Barbero, ha explicado que el Ayuntamiento de Madrid se ha personado en la causa porque cree que estos tres policías incurrieron en un delito de odio. Las amenazas iban dirigidas, además de a Carmena, al líder de Podemos, Pablo Iglesias; al portavoz adjunto de ERC en el Congreso Gabriel Rufián, y a los periodistas de La Sexta Antonio García Ferreras y Ana Pastor.

La Policía Municipal tuvo constancia el lunes 13 de noviembre de que un agente denunció un posible delito de odio en los comentarios vertidos en un chat de compañeros y también amenazas hacia él por haberles recriminado, y el consistorio dio traslado a la fiscalía, al decanato de los juzgados y a Asuntos Internos del cuerpo.

"Insultada y vejada"

El ayuntamiento se ha personado en la causa, ha sostenido Barbero, "primero, porque un funcionario público ha sido amenazado; segundo, porque es posible que haya delito de odio en todas esas consideraciones, y tercero, porque la máxima responsable de la policía municipal, que es la alcaldesa, ha sido insultada y vejada. Y también porque se hace un daño muy importante a la imagen del Ayuntamiento y de la Policía".

El concejal ha dicho que "es una cuestión que transgrede los mínimos" y que "no debe haber en el cuerpo" personas con esas actitudes, en concreto "gente que llega a hacer un ensalzamiento del nazismo y que es capaz de decir que al inmigrante hay que meterle casquillos en el cráneo y darle martillazos".