La cúpula de Podemos afronta hoy una de las reuniones más relevantes y traumáticas que se han convocado desde su nacimiento. El Consejo Ciudadano Estatal (CCE) escuchará de boca de sus líderes cuál es la propuesta de urgencia que, en pro de «lanzar un mensaje de unidad», se pone sobre la mesa para afrontar la crisis que viven en Madrid, donde Íñigo Errejón pretende concurrir como candidato regional con la lista de Manuela Carmena en vez de con la de los morados. Tras unos primeros días de máxima tensión en los que Pablo Iglesias desde la distancia de su baja paternal e Irene Montero desde el Congreso, además de otros miembros de la cúpula, negaron cualquier posibilidad de acercamiento al «traidor» Errejón, ahora se presentará una propuesta de aparente acercamiento. Se pretende que la oferta no suponga una desautorización de los actuales jefes ni una cesión a quien ha lanzado, a su entender, un órdago sin precedentes.

Errejón, que tiene derecho a acudir a esta convocatoria por seguir siendo formalmente parte de Podemos aunque dejara su escaño, mantiene la incógnita sobre si lo hará o no. La dirección del partido le ha pedido directamente que no lo haga. El ya exdiputado integrado en la plataforma de Carmena, bajo el nombre Más Madrid, defiende el paso que ha dado afirmando que pretende llegar hasta aquella gente que no se siente identificada con ningún partido. El choque entre ambas visiones provocó, el pasado viernes, la dimisión del secretario regional de Madrid, Ramón Espinar. Y diez barones del partido exigieron cerrar la herida abierta. En medio de este cisma surge una propuesta de IU con afán de reconciliación. O eso dicen. El líder de IU, Alberto Garzón defendió ayer en TVE un nuevo espacio político donde se puedan aglutinar todas las fuerzas de izquierda y que celebre un proceso de primarias propio.