Las recientes crisis surgidas en Podemos tras la decisión de Íñigo Errejón de concurrir a las elecciones con la marca política de Manuela Carmena y la dimisión de Ramón Espinar como líder del partido morado en Madrid -además de renunciar a sus escaños en el Senado y la Asamblea de Madrid- han convulsionado a la fuerza en un momento difícil a pocos meses de la cita con las urnas de las autonómicas, municipales y europeas del mes de mayo. Así las cosas, Podemos ha decidido adelantar la reunión del Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano del partido, al próximo miércoles.

En un primer momento, el cónclave se convocó para el sábado, 2 de febrero, con el objetivo de analizar el escenario que se abría a raíz del paso dado por Errejón, pero el golpe en la mesa de Espinar al negarse a liderar una lista para competir con el confundador de Podemos han provocado el adelanto del Consejo Ciudadano. El caso es que la guerra abierta por la dirección del partido contra Errejón incomoda a no pocos dirigentes. El pasado viernes, 10 de los 13 barones regionales se reunieron en Toledo para exigir unidad y responsabilidad ante un posible riesgo de división que podría pasar factura en las urnas a los morados. «Nos hacemos falta todas y todos. Es la hora de cooperar y no de competir», reclamaron los barones en un texto conjunto en el que llamaron también a recuperar «la confianza, la ilusión y la esperanza» de los ciudadanos que les han respaldado en las urnas.

Unidad y sosiego

A este llamamiento interno se ha unido también el de Izquierda Unida y Equo, fuerzas que concurrieron en las pasadas generales en coalición con Podemos, reclamando unidad y sosiego. La dirección del partido, por el momento, guarda silencio.