Podemos ha decidido abstenerse en la primera votación de la investidura de Pedro Sánchez. Tras haber estado escuchando toda la mañana las intervenciones del presidente del Gobierno en funciones, la formación de Pablo Iglesias ha decidido no votar en contra del líder socialista "como un gesto más para seguir facilitando las negociaciones", apuntan fuentes del partido.

Según fuentes de Unidas Podemos, "van a seguir esperando al PSOE hasta el último minuto para tener ese Gobierno". No obstante, aclaran que "el tiempo se acaba y el PSOE se tiene que mover". Además, subrayan que Sánchez "no ha recibido ni un solo apoyo hoy en la investidura, solo el del diputado cántabro [PRC] de Revilla".

El gesto de los morados, evitando votar en contra de Sánchez y alinearse en este sentido con el PP, Cs y Vox, puede acercar el pacto, según los socialistas. Hasta el jueves, cuando tendrá lugar la votación definitiva, en la que solo se necesitan más 'síes' que 'noes', hay tiempo. "Es mucho más difícil pasar de un rechazo a un apoyo en dos días que de una abstención a un respaldo", explican en la dirección del PSOE. La negociación, por lo tanto, sigue abierta, al menos formalmente, y tanto la tarde de este martes como toda la jornada del miércoles serán claves.

Esta mañana, en una entrevista en la Cadena SER, el secretario de Acción Gubernamental de Podemos, Pablo Echenique, no quería desvelar cuál sería el signo del voto a Sánchez este martes, aunque ha dejado caer que, de no haber cambios, "evidentemente Podemos no va a votar a favor de la investidura". Sin embargo, esta abstención deja entrever que durante la mañana ha habido movimientos por parte de las dos formaciones para lograr el voto en blanco de los 'podemistas'.

PAPEL DECORATIVO

La coportavoz de Podemos, Ione Belarra, ha recriminado esta mañana a los socialista que "no suena muy coherente" el discurso de Pedro Sánchez buscando la abstención de PP y Cs mientras ofrece un Gobierno de coalición a los morados. Además, explicó que seguirán trabajando por la alianza "hasta la última de las fuerzas" y con el objetivo de no quedarse con "un papel meramente decorativo" que "vapulee" a sus electores.

"Lo más importante en política es la coherencia, y pedir al mismo tiempo el apoyo de las derechas e intentar construir un Gobierno de coalición no parece la mejor estrategia para pedir nuestro apoyo", ha opinado Belarra. Así, ha urgido a Sánchez a "moverse" para hacer posible un acuerdo de gobierno de coalición.

NEGOCIACIÓN A CONTRARRELOJ

Este martes, 23 de julio, empezará a correr el plazo máximo de dos meses para la convocatoria de unas segundas elecciones generales en el caso de que el candidato socialista acabe fracasando su intento de ser investido presidente en la primera votación. La Constitución de 1978 establece en su artículo 99.5 que, "si transcurrido el plazo de dos meses desde la primera votación de investidura ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones, con el refrendo del presidente del Congreso".

PSOE y Unidas Podemos negocian a contrarreloj un acuerdo de gobierno de coalición desde el pasado viernes para tratar de salvar la investidura de Sánchez en la segunda votación, programada para el próximo jueves, donde necesita más votos a favor que en contra. En concreto, el PSOE ofrece a Podemos Vivienda, Juventud y una vicepresidencia simbólica, algo que los morados creen irrespetuoso, tal y como explica Gemma Robles.

En el supuesto de que Sánchez finalmente fracase en esta segunda sesión de investidura a la que se somete y no se logre una alternativa viable antes del próximo 23 de septiembre, el Rey, con el refrendo de la presidenta del Congreso, disolverá las Cortes al día siguiente y convocará nuevas elecciones 47 días después, el domingo 10 de noviembre, las terceras en lo que va de año.

Este martes, 23 de julio, empezará a correr el plazo máximo de dos meses para la convocatoria de unas segundas elecciones generales en el caso de que el candidato socialista acabe fracasando su intento de ser investido presidente en la primera votación. La Constitución de 1978 establece en su artículo 99.5 que, "si transcurrido el plazo de dos meses desde la primera votación de investidura ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones, con el refrendo del presidente del Congreso".