Pablo Iglesias lo ha vuelto a hacer. Al igual que hizo este martes, el secretario general de Podemos ha entrado y salido del Hemiciclo del Congreso de los Diputados por la puesta de atrás para esquivar a los periodistas y evitar así pronunciarse sobre la expulsión de los seis concejales de Manuela Carmena que no quisieron presentarse a las primarias de la formación. Continúa el silencio.

El esquinazo de Iglesias se produce justo cuando el cofundador de Podemos Luís Alegre ha cargado contundentemente contra la formación y contra la "indecencia" de suspender de militancia a Rita Maestre y sus compañeros en un artículo publicado en el diario Público. "El intento de usarles a los concejales para echar un pulso a Manuela es indecente", ha sentenciado. Pero Alegre ha ido más lejos y ha acusado a la dirección del partido de tomar como "rehenes" a los ediles para "garantizar que Julio Rodríguez sucede a Manuela".

"Queremos volver a ser parte de un espacio amplio y plural que nos represente a todas", ha pedido el cofundador a una dirección que cree está intentando hacerse con el "control" del patrimonio del partido. Una acusación que ha venido acompañada de un duro reproche por "intentar obstaculizar" la candidatura de Manuela Carmena. "Les convendría ser más prudentes, no vaya a ser que el cambio tenga que imponerse a pesar de ellos (e incluso contra ellos) y, por lo tanto, terminen convirtiendo el partido entero en una carcasa vacía, políticamente fuera de lo que Podemos ha sido y puede seguir siendo para millones de personas", ha subrayado.

Alegre también se ha referido al Consejo de Coordinación de Madrid que ha decidido suspender de militancia a los seis concejales del Ayuntamiento para explicar que aunque no sabe quién lo compone tampoco lo ha consultado en internet "por si hay ahí algún amigo de quien se tuviera que avergonzar".