La primera mujer al frente de la Guardia Civil en sus 175 años de historia, María Gámez, se marcó ayer como retos, en su acto de toma de posesión, hacer frente a la seguridad en la conocida como España vaciada, luchar contra los ciberdelitos o la violencia de género y los «maltratadores», así como responder a las nuevas exigencias ciudadanas para combatir el cambio climático y garantizar el bienestar animal. «Soy feminista, creo en la igualdad de hombres y mujeres y esto es un sentimiento compartido en este Cuerpo», afirmó en su primer discurso ante los mandos de la Guardia Civil. El acto estuvo presidido por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con la ausencia a última hora de la titular de Defensa. En su lugar asistió el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el general Miguel Ángel Villarroya.

Tanto Gámez como Grande-Marlaska apostaron en sus discursos por aumentar la cifra de mujeres en la Guardia Civil --el 7% son mujeres--, facilitando su acceso a la cadena de mando. También subrayaron la naturaleza militar del instituto armado y su papel «necesario» como vertebrador del Estado al desplegarse por todo el país. «Desde Cataluña al Campo de Gibraltar, en Navarra o Madrid, seguirá vertebrando el Estado», dijo Grande-Marlaska.

Precisamente ayer, el ministro del Interior confirmó a las asociaciones profesionales de la Guardia Civil que presidirá la reunión del Pleno del Consejo del Instituto Armado que el próximo lunes 27 de enero valorará la «situación y alcance» del traspaso de la competencia de Tráfico en Navarra, en cumplimiento del acuerdo de Gobierno entre el PSOE y el PNV, según informaron a Europa Press fuentes de Interior.

Las asociaciones profesionales de la Guardia Civil habían pedido explicaciones al ministro y al anterior director del Cuerpo, Félix Azón, al entender que habían incumplido su palabra con el pacto de investidura de Pedro Sánchez, que fija un plazo de seis meses para ceder la competencia de Tráfico en Navarra, lo que afecta a 175 agentes en la comunidad foral.

El Consejo de la Guardia Civil es el órgano de interlocución entre la Dirección General y las asociaciones representativas.