Constatada y aireada la falta de unidad estratégica del independentismo, la guerra se ha declarado abierta. La nueva etapa puede llevar por título sálvese quien pueda o bien tonto el que no presione primero. Prueba de todo ello es que doce horas después de que la portavoz Meritxell Budó proclamara que el Govern será «neutral» sobre la posición que ha de adoptar el independentismo en la investidura de Pedro Sánchez en Madrid, el president Quim Torra ha roto la promesa para proclamar públicamente en un texto publicado por La Vanguardia que hay que votar que no al candidato socialista (salvo que acepte el derecho de autodeterminación).

La decisión de Torra responde sin disimulo a la voluntad de presionar internamente en favor del no, en una batalla a pecho descubierto en la que los presos y diputados han propuesto la abstención, el expresidente Artur Mas también rechaza el veto, otros dirigentes del PDECat son claramente partidarios de la abstención, algún diputado en Madrid se lo piensa, y un grupo de independientes de JxCat en el Parlament han firmado un breve texto también por el no y por revertir todos los acuerdos con los partidos «del 155». Una muestra más del caos interno es que este texto breve lo firman parlamentarios como Aurora Madaula, Josep Costa, Francesc de Dalmases y Salwa El Garbhi. Otros lo apoyan pero critican cómo se ha filtrado.

Volviendo a Torra, su texto no ha sido anunciado previamente a los miembros del Govern, tal como confirmaba a primera hora de la mañana el diputado de ERC Gabriel Rufián, quien se mordía la lengua en una entrevista en SER Catalunya para no criticar la decisión y la enmarcaba en los debates internos de la posconvergencia. Fuentes del entorno del president alegan que Torra sí había anunciado a los actores implicados que tomaría partido. Los más críticos en el PDECAt lamentaban ayer que el president va «a su bola». «Es un momento delicado, en el partido intentamos resituarnos en un espacio más posibilista; Torra y su entorno, no», añade otro dirigente. Puigdemont no se ha pronunciado públicamente pero el entorno de Torra sostiene que es partidario de votar contra Sánchez.