El que fuera director administrativo del Palacio de la Música, Jordi Montull, volvió a implicar a Convergencia Democrática (CDC) en el cobro de comisiones ilegales por parte de Ferrovial a cambio de la adjudicación de obras públicas. Sin embargo, dio un detalle más: «Primero era el 3% y después el 4% porque Convergencia quería más dinero». Así lo dijo en la cuarta sesión del juicio por el saqueo del Palau.

El que era mano derecha de Fèlix Millet, inició su declaración ratificado «todo» lo declarado por su hija, Gemma Montull, el miércoles e, incluso, las tres formas de canalizar el dinero al partido de Artur Mas: en efectivo entregado a los extesoreros Carles Torrents, fallecido en el 2005 y a que llamó «el recadero», y Daniel Osácar, también acusado; la aceptación de facturas falsas, proporcionadas por CDC, y los convenios de colaboración con la fundación convergente Trias Fargas (ahora CatDem).

Admitió que dos de estas obras bajo sospecha eran la Ciudad de la Justicia y la línea 9 del metro de Barcelona. En este sentido, reconoció que él hizo un esquema del reparto de las comisiones pagadas por Ferrovial por el complejo judicial donde, precisamente, se está celebrando el juicio contra los 15 investigados por el expolio. Y aclaró que bajo las siglas GPO, que el denominó Grandes Promociones Orquestales, aparecen los fondos que se repartían él y Millet, así como el pago de grandes orquestas.

FORMAS DE PAGAR / Montull explicitó que «Ferrovial era quien hablaba con CDC» y que el Palau simplemente era quien canalizaba el dinero que entregaba la constructora al partido. Detalló que para poder justificar la retirada de dinero en efectivo que iba a parar a Convergencia, esta formación le proporcionó facturas, aunque precisó que él «no sabía si eran reales o no». «Osàcar venía, se le daba un sobre, contaba el dinero y se iba», insistió. CDC, según su versión, también le facilitó facturar supuestamente falsas cuando el Palau tuvo una inspección de Hacienda, años antes del registro del auditorio por parte de los Mossos, en julio del 2009, para justificar también las salidas de cantidades en efectivo. Evitó decir si había reuniones con otros cargos de CDC.

El exalto cargo del Palau relató que supo después que se había dado también dinero a Ángel Colom, exdirigente de ERC y del extinto Partit per la Independència, y que se pagó la campaña electoral de un candidato convergente a la alcaldía de Ametlla del Vallés. Todo con fondos de la entidadad. «Millet era muy señor Millet, era muy suyo y hacía cosas que yo no sabía», incidió.

Montull, asimismo, admitió que hizo obras en su casa y en la de su hija a cargo de los fondos del Palau, aunque las realizadas en la vivienda de Gemma Montull eran «un regalo» a ella y así se lo dijo. También admitió el pago de viajes a cargo de la entidad cultural y quiso dejar claro que su hija no tenía ninguna capacidad decisoria. «Millet era el que mandaba en el Palau», puntualizó. «A mí me llamaban el bombero porque era quien solucionaba los problemas», agregó, a la vez que reconoció que Millet y él se adjudicaron un sobresueldo de un millón de euros (800.000 para el expresidente y 200.000 para él) al año por las labores que realizaron al frente de la institución.