La moción de censura con la que Pedro Sánchez pretende sacar al PP del Gobierno tras la sentencia del caso Gürtel y convertirse en presidente sigue su curso. Este jueves comenzará el debate en el Congreso y será el viernes 1 de junio cuando se produzca la trascendental votación de los grupos para dar su voto afirmativo, negativo o la abstención al programa alternativo que presente en la Cámara el actual líder socialista. No obstante desde el PSOE se insiste en que no se negociarán contrapartidas con otras organizaciones a cambio de apoyo y que se planteará dicha votación desde la tribuna avisando de que se defenderá la Constitución y leyes vigentes y en los siguientes términos: "señorías, ¿quieren ustedes echar a Mariano Rajoy sí o no?".

Eso es lo que se deduce de las distintas intervenciones públicas que a lo largo de este lunes han hecho varios dirigentes socialistas, especialmente el responsable de Organización, José Luis Ábalos, quien ha repetido por activa y por pasiva que no se negociará nada con nadie, por más que insistan los independentistas desde Cataluña o Ciudadanos, por su lado y 32 escaños, exija elecciones inmediatas. "Lo que se debate es si Rajoy merece o no una censura y si terminamos con un Gobierno del PP que participó en un sistema de corrupción institucional", ha enfatizado en la Sexta.

De momento lo previsible es que Sánchez cuente con el apoyo de Podemos (que en todo caso hará consulta urgente a sus bases sobre el asunto), del PdeCAT si el voto del grupo parlamentario depende de las directrices de Marta Pascal y hay dudas aún sobre las intenciones de ERC -que dice que consultará a Oriol Junqueras, actualmente encarcelado- y del PNV. Los nacionalistas vascos, fundamentales para hacer cábalas, avisan de que no decidirán hasta el último minuto, cuando hayan oído el discurso del aspirante. De los grupos más pequeños, Coalición Canaria dice que no votará con los independentistas y que el PSOE actúa por "estrategia electoral" mientras que Nueva Canarias, socio electoral del PSOE, supedita su aval a Sánchez a que no convoque en breve comicios.

Consenso Cs-Podemos para adelantar generales

Los populares, mientras tanto, aguantan un durísimo envite a raíz de la sentencia de la Gürtel que no esperaban saliendo al contraataque contra Pedro Sánchez y la supuesta inestabilidad que su acción puede tener en la economía española. De momento han procurado que la fecha del debate de la moción sea lo antes posible, aseguran que para evitar más días de inestabilidad "que afectan a la bolsa, a la primera de riesgo y es un llamamiento para ataques de especuladores". Y advierten desde el Ejecutivo por boca de su portavoz, Iñigo Méndez de Vigo, que el presidente no piensa dimitir. El coordinador del PP, Fernando Martínez-Maillo, fue un poco allá indicando que Rajoy no se plantea si dimisión ni adelanto electoral, que es o que ahora plantea Albert Rivera, de Ciudadanos: un acuerdo con el presidente para adelantar las generales a otoño.

Si el líder de los populares no cede, el de los naranjas afirma tener un 'plan b' en la manga que pasa por impulsar una segunda moción de censura solo para poner las urnas. Y forzar a Rajoy a convocar. Hasta ahora esa opción parecía lejana porque Cs no tiene los 35 diputados que se necesitan para registrar esa moción. Sin embargo puede haber algún grupo minoritario dispuesto a ayudar y Podemos ya ha avanzado que si fracasa la de Sánchez (por cierto Iglesias sostiene que si el jefe del PSOE no gana la moción debe dejar la política) respaldarán otra iniciativa encaminada al adelanto de generales, sin descartar la de Rivera.

El apoyo clave de Feijoo: "No seré jamás un Judas"

Mientras arrecian las presiones externas, la cúpula popular exhibe un llamativo cierre de filas con Rajoy, a fin de que ningún popular tenga tentaciones de pedir la cabeza del líder. En este sentido tiene especial relevancia que haya salido a la palestra el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo -cuyo nombre figura desde años, y con serias posibilidades, en las quinielas de la sucesión en el PP- a subrayar su apoyo a su jefe y a sugerir cómo habría que calificar a quien se saliese de este camino por interés particular.

"No seré nunca un Judas", ha puntualizado Feijoo, que sí ha recomendado a los suyos pedir perdón a los españoles después de que los tribunales hayan emitido un fallo sobre el caso de corrupción que más afecta a los populares. "El PP tiene que insistir y persistir en pedir disculpas a los españoles por lo que se hizo en aquel año 2003 y siguientes en determinados ayuntamientos de Madrid", ha aseverado.