Lo advirtió ya desde la misma tarde en que Mariano Rajoy perdió la moción de censura. José Manuel García Margallo se temía que Soraya Sáenz de Santamaría diera el paso para presidir el PP y avisó de que él haría lo propio para intentar pararle los pies. Y así ha sido. El exministro de Asuntos Exteriores anunció el lunes que va a presentarse a presidir el partido porque, además de tratar de frenar a la exvicepresidenta, quiere que haya «un concurso de ideas».

El exjefe de la diplomacia española culpó en varias ocasiones a la política vallisoletana de tomar «decisiones equivocadas» en Cataluña y de ser la «responsable» de todas las decisiones estratégicas respecto a los políticos independentistas. Se paseó por todas las emisoras de radio y de televisión para explicar su animadversión con la exvicepresidenta. Y no dudaba en señalarla como la culpable de muchos problemas del PP y del Gobierno. Solo estaba dispuesto a dar un paso atrás si Alberto Núñez Feijóo se presentaba con un proyecto que le encajara, pero tras la renuncia del presidente de la Xunta, el pasado lunes, Margallo considera que debe participar en la carrera para suceder a Rajoy, amigo desde hace décadas.

Espera que todos los candidatos expliquen «para qué se presentan, por qué se presentan, qué quieren hacer con el partido y para qué quieren el partido». «Cuando he creído que el proyecto del PP está en peligro y lo está, me he visto obligado a dar el paso. Me ha parecido de civismo elemental aportar mis ideas», declaró ayer. Y advirtió: «Yo soy muy peleón».