Decenas de miles de personas participaron ayer en la cadena humana de 202 kilómetros entre San Sebastián y Vitoria, pasando por Bilbao, en favor del derecho a decidir en Euskadi. Los organizadores de este evento, la plataforma Gure Esku Dago (Está en nuestras manos), ya anunciaron el sábado que habían logrado las 100.000 adhesiones que necesitaban para unir las tres capitales vascas en una cadena en la que participaron dirigentes de los partidos y sindicatos nacionalistas.

La movilización acabó frente al Parlamento vasco y allí la apoyaron con su presencia su presidenta, Bakartxo Tejeria, y varios cargos y parlamentarios del PNV (aunque no el actual lendakari Iñigo Urkullu) y de EH Bildu. Además de Tejeria, y secundaron el acto los alcaldes de las tres capitales y los exlendakaris Juan José Ibarretxe y Carlos Garaikoetxea.

Entre el recorrido de 202 kilómetros hubo puntos dedicados al apoyo a Cataluña, con participación de miembros de la ANC, Òmnium Cultural, ERC -el diputado Gabriel Rufián estuvo en el kilómetro número uno de la cadena- y la CUP, y a los jóvenes condenados por agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua (Navarra).

Al finalizar la cadena, Angel Oiarbide, portavoz de GED, leyó un manifiesto en el que sostuvo que el «ejercicio del derecho a decidir será clave en el próximo ciclo porque es un instrumento fundamental para garantizar la convivencia a largo plazo y porque, teniendo como único límite la voluntad democrática de la ciudadanía, permite defender todos los proyectos políticos en igualdad, sin exclusiones».

El PSE criticó la presencia de cargos institucionales en la cadena humana por suponer «un papel que no les corresponde», y señaló que «el sentir mayoritario de la sociedad vasca no está en la independencia ni en un escenario como el de Cataluña».