Eulalia Lluch, hija del exministro asesinado por ETA Ernest Lluch, se mostró ayer satisfecha por la disolución de la organización terrorista, si bien advirtió que «aún hay que trabajar» para reconocer todo el daño causado, ya que «víctimas lo son todas, las de ETA, las del GAL y los torturados. «Me sentí contenta y aliviada -dijo- al saber que ya no habrá nadie más que le pase lo mismo, que el dolor tan intenso que sentimos cuando asesinaron a mi padre, no tengan que sentirlo otras personas de nuevo». La disolución de ETA «representa una excelente noticia» insistió Lluch.