El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha denegado de nuevo la salida en libertad provisional al exconseller catalán de Interior Joaquim Forn. En esta ocasión, considera que persiste el riesgo de reiteración delictiva basándose en que el procesado mostró su apoyo a los Comitès de Defensa de la República (CDR) en una carta pública.

En el mismo auto, el juez suma a este riesgo de volver a delinquir el de la fuga, agravado por el hecho de que otros procesados han huido, dice, «con sorprendente éxito». En la misiva a favor de los CDR, firmada también por el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, incitaban a todos a «resistir y mantenerse firmes» y, además, proclamaban que «un país vivo no se resigna, ni cede a la represión ni a la amenaza».

La carta fue leída el pasado 2 de mayo en un acto público celebrado en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, y por su contenido hace sospechar al magistrado que ambos han revalidado su compromiso con la determinación reflejada en el Llibre blanc de la transició nacional. Dicho texto, recuerda el magistrado, contemplaba persistir en la estrategia tan pronto como se recuperara el control de las instituciones autonómicas. De este modo, dice Llarena, aunque es cierto que el procesado ha renunciado a su actividad parlamentaria y que asegura que no se incorporará a ninguna responsabilidad en el Gobierno de la Generalitat, su comportamiento «no conjura el peligro objetivo que en él se aprecia».

Forn pedía su libertad basándose en el arraigo laboral, familiar y a sus declaraciones ante el instructor en las que aseguró que no iba a fugarse. Pero el juez vuelve a aludir a los procesados en fuga para sostener que, además del citado peligro de reiteración delictiva, existe también riesgo de fuga. Llarena recuerda que Forn se enfrenta a una grave pena si es condenado por rebelión, lo que podría aconsejarle la fuga.