Sabido es en los círculos militares que uno de los peores riesgos que se afrontan en la primera línea de una batalla es el fuego amigo, es decir, las balas procedentes del mismo bando. Sin un solo rastro en forma siquiera de recibo de las papeletas, de la distribución de ellas o de las urnas, el único elemento que pone en un brete la defensa del exconseller Jordi Turull en cuanto a la eventual malversación son dos facturas emitidas por la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), de donde penden tanto TV-3 como Catalunya Ràdio. Estas facturas fueron aportadas por voluntad propia por la presidenta de la Corpo, Núria Llorach, nombrada por Convergència. La CCMA depende de la Consejería de Presidencia.

La imputación de Llorach, así como de los directores de los medios, Vicent Sanchis (TV-3, nombrado a propuesta de los neoconvergentes) y Saül Gordillo (Catalunya Ràdio, nombre aportado por ERC), acarrea consigo la cara más cruenta de la guerra no siempre soterrada entre JxCat y los republicanos. Tal y como avanzó Eldiario.es, las dos facturas (a las que también ha tenido acceso este diario) suman un importe de 336.143, 34 euros. Una primera de 112.747,27 euros (IVA incluido), emitida el 14 de septiembre, y una segunda, por 223.396,07 euros, del 5 de octubre.

Como la propia Llorach detalló a la Guardia Civil -en un mail enviado a las 13.46 del día que en el Parlament se declaró la independencia, es decir, en el transcurso del pleno del 27 de octubre del 2017-, el encargo se recibió el 24 de agosto. Y antes, según fuentes conocedoras de los entresijos del 1-O, se había celebrado una reunión en el Palau de la Generalitat entre la propia Llorach, el president Carles Puigdemont y Turull en la que se acordó que la emisión de estos anuncios se haría vía campaña gratuita. Es decir, lo que tenía que ser una campaña que no dejara rastro ha acabado con sendas facturas emitidas por una correligionaria del propio Turull.

LA GUERRA JxCAT-ERC / Al menos eso se deduce del organigrama que entregó la propia Llorach a la Guardia Civil donde queda claro que el director de Márqueting y Comercial, Marti Patxot, así como Sanchis y Gordillo, quedan en un peldaño inferior a ella. Y a su vez, la administradora única por debajo del Govern.

Y, claro, de fondo, la guerra JxCat-ERC. Una guerra que tiene como eje quién asume las competencias para aceptar la campaña, si el director del medio (Sanchis y Gordillo), por aquello del control de los contenidos, o bien del director comercial (Patxot). Este último proporcionó al juzgado una serie de correos electrónicos antes de la imputación de todos ellos.

En los correos es perceptible el toma y daca entre ambos en cuanto al intento de Patxot por hacer que Gordillo asumiera unas competencias que este no entendía como propias: «Nunca hasta ahora en el ejercicio de mi cargo se me había preguntado y pedido sobre una campaña publicitaria», alegaba Gordillo. «Como director de la radio eres el máximo responsable del contenido que se emite en tu medio…» insistía Patxot.

Las facturas llevan el membrete de la CCMA y no de cada medio. Y en ellas se detalla el importe a TV, radio y digitales. Sin embargo, el director del gabinete jurídico de la Generalitat, Francesc Esteve, echó un capote en el Supremo a Turull al repetir la tesis que el exconseller defendió cuando testificó en febrero: que las dos facturas no tenían que pagarse porque estaban dentro de un contrato marco.