Cinco días después de que Íñigo Errejón rompiera con la cúpula de Podemos provocando la que, hasta ahora, ha sido la mayor crisis interna del partido, los ánimos empiezan a calmarse permitiendo que los involucrados puedan matizar sus posiciones respecto a la polémica. IU ha sido la primera en recolocarse tras la tormenta. La candidata del partido a la Comunidad de Madrid y, desde ayer diputada, Sol Sánchez, definió las pretensiones de IU en el conflicto interno de Podemos como el «pegamento de la izquierda». Alberto Garzón, el líder de la formación, que en los primeros momentos se alineó con Pablo Iglesias, abrió también la puerta a una negociación con Más Madrid para alcanzar «la unidad más grande posible».

No obstante, parece que los morados no están por la labor. La número dos del partido, Irene Montero, insistió en que habrá una candidatura de Unidos Podemos en la Comunidad de Madrid para competir contra Errejón. Además, fuentes cercanas a la dirección reiteraron que han «descartado reiteradamente» cualquier negociar con el que fuera su compañero y buscan un candidato que le haga frente en los comicios de mayo.

Ante el inmovilismo de los de Iglesias desde que Errejón anunciara que concurriría a las autonómicas bajo la marca de Manuela Carmena, la dirección nacional y regional de IU trata de virar hacia posiciones más neutrales. Ahora buscan aunar a distintas fuerzas en una misma plataforma (previsiblemente Más Madrid), descafeinando el acuerdo marco que insta a ir a elecciones de la mano de Podemos. Este martes, Garzón llamó a los protagonistas del conflicto a «hablar como personas maduras», y fuentes de su entorno señalaron que hay que conversar «con todo el mundo y buscar que se sume a todos los posibles».

Las reflexiones públicas de IU vinieron acompañadas de la difusión de un documento en el que se analiza la situación interna del partido y sus confluencias. En ese informe, fechado el 13 de diciembre, reconocen, con «preocupación», la pérdida de «transversalidad» y «capacidad de alcanzar a sectores sociales menos ideologizados», ligándolo a los malos resultados cosechados en Andalucía por la coalición de IU y Podemos. Un temor que podría llevarlos a apoyar el proyecto impulsado por Manuela Carmena, mucho más plural. Ante este escenario, los morados se encontrarían en una compleja tesitura. Aceptar la idoneidad de Más Madrid como plataforma aglutinadora de partidos y organizaciones o acudir en solitario y batiéndose contra Errejón.

UNIDAD EN LA IZQUIERDA / Precisamente ayer, la candidata de IU Madrid, Sol Sánchez, tomó posesión de su escaño en sustitución de Errejón. En sus primeras declaraciones a la prensa, la coportavoz regional de IU reivindicó la necesidad de «buscar la máxima unidad de la izquierda» frente a una crisis que, en su opinión, lo que único que hace es «atomizar» a las fuerzas progresistas.

El argumentario de IU para defender un pacto con todas las formaciones, incluido Más Madrid, también alude a la entrada de Vox en el Parlamento andaluz. La división de la derecha no es el escenario ideal para frenar a la formación de Santiago Abascal.

No obstante, lo que se considera una traición no se olvida fácilmente y así califican los líderes de Podemos la decisión de Errejón. Un gesto que, pese a la renuncia del escaño por parte del cofundador, como le sugirieron, parece no será perdonado. Por ello, los morados siguen instalados en el no ante un pacto con el que fuera su compañero de partido. Aun así, la decisión final reside, teóricamente, en la organización regional de Podemos.