Inés Arrimadas se abalanzó decididamente al atril con una carpeta repleta de tuits y artículos del candidato a la presidencia de la Generalitat, Joaquim Torra. «Quiero evidenciar la ideología de este señor», espetó tras acomodarse. Y leyó una por una sus polémicas publicaciones. «Cualquier persona que haya dicho estas barbaridades hacia cualquier otra nacionalidad o raza no podría estar sentado en un parlamento para ser investido presidente en ningún país», sentenció. Y, comparándolo con su antecesor, Carles Puigdemont, finiquitó: «Hemos ido de Guatemala a Guatepeor. Usted representa más leña al fuego».

La líder de Ciudadanos en Cataluña aseguró que se encargará «personalmente» de que sus discursos lleguen a manos de los líderes europeos, entre ellos el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a quien Torra se refirió para pedirle entendimiento. «Los voy a traducir para que se enteren en Europa de lo que piensa el próximo presidente de la Generalitat de Cataluña», enfatizó, para después señalar que representa el «nacionalismo identitario excluyente» y que «no podrá ser nunca el presidente de todos los catalanes».

Asimismo, le afeó que siga con el «mantra nacionalista» y que llegue al trono de la Generalitat con el afán de «retomar las leyes que se suspendieron» y de sacar adelante un Consell de la República «para eliminar a su grupo del debate parlamentario, de la dialéctica» y disfrutar así de una mayoría «no absoluta, absolutísima con el 100% de los votos» para «hacer lo suyo».

LA «VARITA MÁGICA» / Acto seguido le reprochó que no desarrollase sus propuestas sobre políticas sociales y económicas y que, por contra, se remitiera a lo que expuso Jordi Turull, pese a gozar de tiempo ilimitado. Acusó a los independentistas de no querer levantar el 155 «porque no tienen respuestas a los problemas de la gente», más allá de la «varita de la independencia». Y zanjó: «Usted no ha venido a dirigir un Gobierno, ha venido a dirigir un CDR».

Desde el PP catalán, Xavier García Albiol, consideró que Torra ha demostrado que «no es que quiera ser un presidente provisional, sino que va a ser interino, el que ocupa una plaza sin tener el cargo», y le acusó de «no dedicar ni una palabra o gesto» a los catalanes no independentistas y de «solo estar a dispuesto a aceptar las decisiones de Puigdemont y del Parlament» y no a respetar la ley, que es la «única condición en democracia», sentenció.