Después del sonoro fracaso de las negociaciones de investidura, Unidas Podemos se ha convertido en una olla a presión. Internamente, IU y los anticapitalistas abogan por dejar a un lado las expectativas de un gobierno de coalición y asegurarse un pacto programático con el PSOE que, a cambio de ayudar a investir presidente al socialista Pedro Sánchez, garantice un buen paquete de medidas de izquierda en la acción del Ejecutivo durante la próxima legislatura. Algunos barones morados defienden, al menos, abrir una reflexión sobre el camino que se debe seguir en las próximas semanas, a fin de evitar elecciones que nadie desea o un hipotético desbloqueo con ayuda de la derecha.

Pero el equipo de Pablo Iglesias se resiste. A las demandas que en este sentido les hacen algunos de sus socios y compañeros y a las que les llegan desde fuera, especialmente del PSOE. "Es una alternativa que vale la pena considerar", dijo este lunes Cristina Narbona sobre la propuesta de IU de recuperar la fórmula de un Ejecutivo monocolor con apoyo externo de la izquierda.

LA BAZA ELECTORAL

Al PSOE le vienen muy bien todas estas voces que dentro de la heterogénea órbita de Unidas Podemos cuestionan la estrategia seguida por Iglesias, basada en fiarlo todo a la coalición. Desde que fracasó la investidura, el pasado jueves, los socialistas han enterrado la posibilidad de un Ejecutivo en el que los dos partidos estén representados. Ahora insisten en que las conversaciones con los morados se reactivarán si se abren al apoyo a cambio de medidas, aceptando que Sánchez tenga absoluta libertad para conformar su Consejo de Ministros. El modelo es Portugal, donde el socialista António Costa gobierna en solitario con el respaldo de los partidos a su izquierda.

Los principales colaboradores de Sánchez insisten en que Iglesias debe escuchar a quienes le piden desde dentro una negociación a la baja, como apuntó Narbona, la presidenta del PSOE, en una entrevista con Efe. La prioridad, dijo la exministra, es evitar la repetición de elecciones a través de la búsqueda de "otras vías" distintas a la coalición, entre las que también se encuentra la abstención del PP y Cs. Pero los socialistas ven muy poco probable que Pablo Casado y Albert Rivera acaben cediendo, y al mismo tiempo no tienen tan claro que unos nuevos comicios puedan ser perjudiciales para sus intereses. El propio Sánchez ha señalado en reuniones internas de su partido que en otras generales obtendría "mejores resultados".

MENSAJE DE LA 'VICE'

Lo único descartado es volver a explorar un Ejecutivo con Podemos. En un mensaje enviado a cargos socialistas, Carmen Calvo vacuna al PSOE contra las tentaciones de algunos dirigentes de continuar abogando por esa fórmula. "Nadie ha votado coalición. Todos deben hacer cambios en las circunstancias nuevas de la política española", argumenta en el texto, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, la vicepresidenta y principal negociadora del PSOE.

El mensaje deja claro las heridas que la negociación con Podemos ha provocado. "Después de tanta tempestad estamos obligados a generar la calma", recomienda Calvo, que aun así evita cargar en exceso contra Iglesias. "Lo que obteníamos de la otra parte es difícil de calificar, por ser elegantes hasta el final", dice. La vicepresidenta sí se detiene en las distintas visiones dentro del PSOE, tanto en dirigentes como en votantes, sobre una coalición. "Ninguna señal de las que nos guían es clara y unívoca. Hay gente que esperaba ese objetivo y otra que le inquietaba mucho. Ni de lejos teníamos mensaje claro", reconoce Calvo, que apuesta por "seguir con todas las posibilidades restantes que puedan ser respetuosas con nuestro electorado".

ENTRE AGOSTO

Sin embargo los morados confían en que el paso de los días ablandará la postura del PSOE. Y que si no llaman desde Ferraz a Unidas Podemos, no se descarta que sean los de Iglesias los que cojan el teléfono primero, según afirmó Pablo Echenique, responsable de Acción Política, en La Sexta. Sacudiéndose, eso sí, las "opiniones legítimas", pero a su entender equivocadas, que se conforman con un pacto solo programático.