La repetición electoral tiene cada vez más visos de convertirse en una realidad. Sobre todo, después de que Pablo Iglesias anunciara ayer que transmitirá al Rey su voluntad de abstenerse en una improbable investidura de Pedro Sánchez si no se alcanza un acuerdo, como hizo en julio. El secretario general de Podemos rechazó dar sus votos gratis al líder de los socialistas, una de las pocas vías que se mantenían abiertas y que no conducían a unos comicios el 10 de noviembre. Sin embargo, el jefe de los morados jugó una última carta: pedirle a Felipe VI que arbitre para convencer al presidente del Gobierno en funciones de las bondades de una coalición. Le verá el martes a las 12.15 horas, en la segunda jornada de la ronda de contactos en la Zarzuela.

«Creo que el Rey debería hacer entender a todos los candidatos, y en particular al que tiene más apoyos, que la coalición es una vía de dar estabilidad a nuestro sistema parlamentario», sentenció en una entrevista en La Sexta tras reconocer que, pese a no ser monárquico, espera que el soberano «medie» entre ambos. De Sánchez aguarda que «reflexione» y no cometa la «locura» de repetir las elecciones «por una obsesión personal». En este sentido, insistió en retomar la oferta de julio que, según explicó, con añadir «algún elemento más» estaría cerrada.

El Ejecutivo evitó calificar la propuesta de Iglesias para que Felipe VI convenza a Sánchez de formar un Gobierno de coalición, pero recordó que sus funciones son las establecidas en la Carta Magna y no otras. «El Rey tiene la misión constitucional que la Constitución le reserva. Su majestad el Rey hará lo que considere oportuno dentro del cumplimiento de su misión», valoró la portavoz gubernamental, Isabel Celaá, tras descartar la propuesta del líder morado de un Ejecutivo a prueba por «absurda y vacía de contenido».

A preguntas de este diario, fuentes de la Zarzuela se limitaron a recordar que el Rey «realizará las consultas en tiempo y forma». La reclamación del líder de Unidas Podemos para que el Rey «arbitre» llega después de la mediación intentada por el PNV sin éxito. Fuentes conocedoras de las conversaciones explicaron a este diario que el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y el portavoz parlamentario, Aitor Esteban, cenaron el miércoles 4 de septiembre con Iglesias y el secretario de relaciones con la sociedad civil de Podemos, Rafael Mayoral, en el reservado de un restaurante del centro de Madrid (donde el líder podemista ya comió con el expresident Carles Puigdemont en octubre del 2016). El encuentro, propuesto por Ortuzar, se produjo después de la reunión del dirigente peneuvista con Sánchez en la sede del PSOE, una cita de la que salió con un pesimismo que no ocultó en absoluto ante los medios de comunicación.

Tras hablar con ambos, Ortuzar llegó a la conclusión de que la repetición electoral es inevitable porque ninguno de los dos está dispuesto a ceder. A su juicio, los vuelcos que se han sopesado como desbloqueo son más mecanismos para «herir al otro» que estrategias de acercamiento. Entre ellos, la investidura gratis, que, finalmente, Iglesias pareció descartar ayer.

Ante la ronda de consultas del Rey, los próximos lunes y martes, el Gobierno insiste en que si para entonces no se ha conseguido un pacto con los morados, Sánchez le explicará que no cuenta con apoyos para intentar someterse a la votación del Congreso. «No someteremos a la ciudadanía a una nueva frustración de investidura fallida si el presidente del Gobierno no cuenta con el respaldo suficiente», confirmó Celaá.

La Moncloa pidió una vez más a Iglesias que permita la formación de un Gobierno fuerte que aporte estabilidad y lo señala como responsable del bloqueo. «Lo que tiene que decidir Unidas Podemos es si quiere enfrentar ya los problemas reales de los españoles o quiere ir a elecciones», zanjó la portavoz.