El pasado miércoles hubo un punto de inflexión en la última (está por ver si definitiva) crisis entre Pablo Iglesias e Iñigo Errejón. Antes de que comenzara el Consejo Ciudadano de Podemos, Iglesias hizo público un mensaje confirmando que estaba dispuesto a negociar con Errejón para intentar un acuerdo frente a las elecciones de mayo. El aludido, para allanar el camino hacia ese posible punto de encuentro, decidió no acudir a un Consejo donde mayoritariamente no hubiera sido bienvenido, aunque podría haberlo hecho de haberse empeñado. Hasta ahí, todo correcto. O, al menos, políticamente correcto.

Podría decirse que es el fin del primer acto de un vodevil político en la izquierda, que llegó cuando Errejón anunció por sorpresa que se presentaría a las próximas autonómicas con la marca Más Madrid, la de la alcaldesa Manuela Carmena, y no con la de su propio partido, Podemos. A partir de ahí se montó tal bronca entre los morados que el dirigente madrileño tuvo que dejar su escaño en el Congreso, pero no su idea de concurrir a las elecciones de la mano de Carmena. Desde que dejara su escaño han pasado 12 días y el cruce de declaraciones, reproches y sugerencias entre unos y otros han sido continuas. Y lo que queda. Porque aunque el tiempo apremia y el resto de formaciones (la última el PSOE con su precandidato Pepu Hernández) va sacando lustre a sus candidaturas, la otra izquierda parece estar de acuerdo en que quiere negociar algo conjunto -o eso dicen públicamente- pero distan mucho de converger sobre qué quieren pactar, bajo qué formato y, lo más importante, quién lo liderará.

Valga como ejemplo la distancia que existe entre lo que plantean algunos de los actores fundamentales en este segundo acto que ahora comienza, el de las negociaciones, hasta el punto de que pudieran resultar incompatibles entre sí y hacer pensar que el acercamiento final sea más una quimera que una posibilidad real. Se verá. Por el momento, un Podemos más que irritado con Errejón quiere sacar adelante una lista conjunta con IU y Equo, como estipula el acuerdo marco que empuja a las tres formaciones a confluir. Con ellos buscaría una candidatura y un cabeza de lista propios y, solo después, se sentaría con Más Madrid.

Sin embargo, IU Madrid (que tienes proyectos diferentes a su dirección federal) y Equo parecen tener sus planes. Izquierda Unida regional dará a conocer su propuesta el próximo lunes. Además, ha convocado al resto de los protagonistas a una reunión conjunta el mismo día a la que asistirán todos con la duda de Podemos Madrid, que aún no sabe si acudirá.

Por su lado, tanto Errejón como la propia Carmena defienden que ellos ya tienen una plataforma aglutinadora e invitan a los demás a negociar dentro de ese marco y con sus reglas. Errejón, incluso, ha animado al resto de las formaciones a que presenten sus propios candidatos a las primarias que celebrará Más Madrid para elegir al cabeza de lista.

Mención especial merece lo que ocurre en IU, donde el coordinador federal, Alberto Garzón, tiene una iniciativa con la que intentar reconducir la crisis provocada por Podemos, mientras que su organización madrileña está elaborando otra. Garzón defiende la construcción de un «espacio político», uno nuevo ahora inexistente, donde se encuentren todas las formaciones progresistas y en el que los cargos públicos sean elegidos mediante primarias. Este modelo, que Garzón calificó de «democrático» y «participativo», supondría situar a todos los actores en el mismo punto de partida, sin que nadie tenga ventaja ni de por sentado que será quien lidere la lista o quien tenga la mayoría en la misma. Pero la propuesta del líder federal no está definida por completo. En el aire queda cómo sería la elección del presidenciable madrileño o el reparto de los puestos para construir la candidatura.

Mientras, en Izquierda Unida Madrid, con aparente autonomía para tomar sus decisiones, pretende adoptar el papel de «pegamento de la izquierda». A lo largo de la semana que ya acaba ha mantenido reuniones con representantes de Podemos Madrid y Más Madrid con el objetivo de tender puentes. IU regional destaca la buena sintonía que ha tenido con todos los partidos a la hora de estudiar la viabilidad de una lista conjunta. Su siguiente paso es la convocatoria de una mesa de diálogo este lunes a la que están invitadas las formaciones progresistas.

Aunque tengan un papel menor en este contexto, Equo también tiene algo que decir. El partido verde unido actualmente a Podemos e IU por un acuerdo rubricado hace tiempo se decanta, según algunos de sus miembros, por acercarse a la plataforma de Errejón y Carmena porque le ven más posibilidades para frenar a la derecha en Madrid.