Otro año más, el aniversario de la peor matanza de ETA volvió a enfangarse en el lozadal de la política. El homenaje a las 21 víctimas mortales, todas civiles, del atentado de Hipercor en Barcelona puso este miércoles de manifiesto de nuevo la división entre las víctimas del terrorismo, en esta ocasión por la presencia de Vox en el acto celebrado en el monumento de recuerdo a los asesinados.

Decenas de personas secundaron la convocatoria de la Associació Catalana de Víctimes del Terrorisme (ACVOT) y se concentraron frente al monumento dedicado a las víctimas del terrorismo de la Avenida Río de Janeiro de Barcelona para recordar a las víctimas de la masacre que ETA cometió en 1987.

Durante el acto habló el presidente de ACVOT, José Vargas, quien lamentó que este "brutal atentado destrozara la vida de todas las familias afectadas por la barbarie de unos asesinos" que, según dijo, fueron "avalados" por los que "hoy, desgraciadamente, están en las instituciones democráticas".

"Fue un acto de barbarie, cruel, gratuito y cobarde, cometido contra ciudadanos inocentes que desgarró nuestra ciudad", subrayó. También dijo que "nunca" se tiene que "permitir la instrumentación política de las víctimas".

"UTILIZAR EL DOLOR"

El homenaje, sin embargo, se vio salpicado por una polémica con Vox, que remitió la convocatoria de este homenaje a sus afiliados de Barcelona, algo que fue criticado por un grupo de víctimas que lamentó en un manifiesto que se "utilice el dolor de las víctimas con finalidades políticas y partidistas".

Miembros de la ACVOT solicitaron al presidente de la entidad que impidiese a la formación ultraderechista participar en el homenaje y exigieron a su presidente que "desvincule a la asociación de cualquier partido político". 40 afiliados al colectivo firmaron un manifiesto en el que expresaban su indignación por el hecho de que "un partido con actitudes xenófobas, que dificulta la convivencia", se hubiese sumado a los actos de recuerdo de la masacre. Además, el partido ultra incluyó los logotipos de la ACVOT en las invitaciones que envió a sus militantes para que acudiesen al acto.

"Encontramos inadmisible que una asociación como la ACVOT permita que cualquier partido político, y en especial Vox, se postule a su lado representando al conjunto de víctimas para que sus representantes puedan arañar cuatro votos", denunciaba el texto, firmado, entre otros, por Robert Manrique, víctima del atentado de Hipercor y fundador de la asociación, y por Rosa Lluch, la hija del exministro Ernest Lluch, asesinado por ETA en el 2000.

Este miércoles, el diputado de Vox Ignacio Garriga reconoció durante el acto que fue una "actuación desafortunada" enviar las invitaciones con el logotipo de la ACVOT, y se disculpó ante la organización, aunque insistió en que "en ningún caso" quería "instrumentalizar el acto".