Nervios y guerra psicológica de datos para abrumar al compromisario del PP. Las dos candidaturas finalistas en la batalla sucesoria, encabezadas por Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado, dan cifras similares para asegurar que ganarán el congreso extraordinario de finales de esta semana. Tanto los portavoces oficiales de la exvicepresidenta como los del diputado aseguran contar con el respaldo de más del 60% de los 3.082 compromisarios que están llamados a votar en el cónclave.

Los primeros destacan que Santamaría logrará “una diferencia de más de 15 puntos” respecto a Casado y han detectado que el 50% de los compromisarios cercanos a María Dolores de Cospedal, que no pasó el primer corte de las primarias y este lunes dio el apoyo público a Casado, prefieren a la exnúmero dos de la Moncloa antes que al vicesecretario del partido.

El papel de las mujeres

Por su parte, un portavoz del diputado ha declarado que no se han limitado “a echar las cuentas de la vieja”, sino que han usado “el 'big data', el análisis de datos” y que Casado recabará el 65% de los respaldos mientras que ven a Santamaría “estancada en el 27%”. Además, al conocer que la exvicepresidenta ha editado un vídeo sobre el hecho de que puede convertirse en la primera mujer presidenta de España, esta fuente ha remarcado que de los delegados que apoyan a Casado “el 48% son mujeres”.

Esta candidatura ha llamado “dos y tres veces” a cada compromisario para saber “qué partido quieren” y escuchar “sus sugerencias” antes de preguntarles a quién votarán. El equipo del diputado tiene una lista de los delegados con nombres y apellidos. En rojo, los que están con Santamaría, y en verde los de Casado. Todo supuestamente y con un margen de error desconocido.

Una cita "privada" de 40 minutos

Además, este mediodía se ha conocido que ambos finalistas han mantenido la reunión que tenían pendiente. No ha sido anunciada y, solo con posterioridad, fuentes de ambas candidaturas la han confirmado. El encuentro ha tenido lugar en la sede del PP en Génova y ha sido “cordial”, coinciden sus asesores. Ha durado unas 40 minutos y se escudan en que ha sido una cita “privada” para rechazar dar más detalles. “Se han dicho cara a cara lo mismo que hablan en público”, suelta un colaborador de Casado. Esto es: no habrá unidad antes del congreso. Después ya se verá.