El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha destituido al jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, el coronel Manuel Sánchez Corbí, por «pérdida de confianza». El ministro adoptó esa decisión después de que el 27 de julio trascendiera un email que el coronel envió a los 540 miembros de la UCO en el que les ordenaba que cesaran sus actividades «al agotarse la caja de los fondos reservados». El correo fue desvelado por Voz Pópuli. El ministro y el coronel se vieron las caras en una reunión en la que este negó ser el autor de la filtración. Fuentes de Interior explicaron que otras unidades policiales tampoco tenían dinero e hicieron llegar sus peticiones de forma más discreta. La sensación fue que el jefe de la UCO «echaba un pulso» al ministerio.

Fuentes de la UCO expresaron su «desolación» por el cese de Corbí, que llegó a ser jefe de operaciones contra ETA. En el 2015 Francia lo condecoró con la Legión de Honor. Antes, en los años 90, había sido condenado a un año de cárcel por lesiones al etarra Kepa Urra. El Gobierno de Aznar le concedió el indulto.

Corbí llegó a la UCO en el 2015. Impulsó la operación Púnica (donde se detuvo a Francisco Granados, exsecretario general del PP de Madrid y se acusa a la expresidenta Cristina Cifuentes) y la operación Lezo (donde se acusa a Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid). Su unidad resolvió el asesinato de Diana Quer y el del niño Gabriel Cruz. Sus subordinados difundieron ayer un vídeo en el que ensalzaban su labor.

En febrero, el PNV exigió su destitución tras la publicación de su libro Sangre, sudor y paz, coescrito con Lorenzo Silva y en el que vertía críticas contra los nacionalistas vascos y su papel en la lucha contra ETA.